Los jueves milagro (V): Canomori Session '05



“_Pos he ido al ambulatorio y he entrao a la plaza.
_Te he visto con la moto y me he dicho
“la Lola pasa y no entra”.
_Chaaaaaachaaaaa, si no puedo, si yo no sé como no la vuelco con toas las bolsas. Si me he dejao cincuenta uros en la cannicería.
_¿Cincuenta euros?
_Cincuenta uros.
_Bueno, ¿y qué has comprado?
_
Pos na, pa mi marío pa comer. Digo, pos tengo dos barras de pan y entonces he comprao medio kilo de magra, y con el pan, la canne, unos alcanciles fritos y un bote de alubias estofás, pos se lo pongo a calentá como le gustan a él y se las va a comer también. Y los demás, pos a picá…”

Lolona,
Master en Economía Doméstica


Extracto de conversación de este personaje murciano que adornaba la contraportada del Canomori Session ’05, “La Cesta de la Compra”; un doble salto mortal de nostalgia de tiempos pasados (con anuncios de Medias Eugenia de Montijo o Jabón Lagarto) y presentes (con el himno oficioso de nuestro certamen, “Lady Olé” de Chico y Chica: refleja palabra por palabra qué es ser una Iluminada.)

Pincha en la foto de “Tío Pepe” para descargártelo.



[Canción recomendada: Jingle “Medias Eugenia de Montijo”]

Aires de fiesta


La treintena. Un tres y un cero. Y de ahí, para arriba. Caída de pelo, pérdida de elasticidad en la piel, un pliegue más en el flotador… Y sobre todo, cambio en los temas de conversación.

Si antes eran las fiestas que te pegabas, el disco que te gustaba o el corte de pelo que te ibas a hacer, ahora se centran en tres grandes columnas, que no tienen por qué ir ordenadas de ninguna manera: hipotecas, hijos y bodas. Ante la epidemia de las dos primeras que hay últimamente en mi círculo de interacción, me dije a mí mismo mismamente “nene, no vas a ser tú el más freak on the block” Finnegan, que te hago la competencia!) y este finde que tuve visita marital, sacamos, así como de pasada, el tema de la boda.

Pero no veas, sólo tocamos la lista de invitados y por poco me da algo. Que yo soy de la opinión de Falete, que para hacer una boda íntima para los contrayentes y los padrinos, como que no hago . Una fiesta, como debe de ser, tiene que tener gente: y gente, cariños míos, son más de cuatro, que eso, a lo sumo, llega a ser intercambio de parejas, ni una miniorgía de andar por casa se puede apañar con cuatro personas.

Así, grosso modo, se me pasaron por la cabeza las siguientes personas; eso sí, todas imprescindibles: los padres que me parieron, mis hermanos con sus respectivas (que el único defectuoso de mi casa es mi menda lerenda), mis abuelas (si la que se mueve sola no nos anatemiza y nos rocía con agua bendita, a ver si saca el Diablo de mis entrañas y tal; y si la que ni se mueve ni habla le apetece ir con su silla de ruedas, su respirador y su mucamita), mis tíos y tías (ocho matrimonios), mis primos hermanos con sus parejas (los churumbeles son opcionales, que se lleven el potito de casa), mis amigos de toda la vida, la comisión canomorística al completo (con o sin pelucas, según haga frío o calor), Crawlertls y su marido, Jota de Navarra; la otra Jota, la de Cádiz; algún compañero de cuando hacía Derecho (por si leen estas páginas, no se vayan a ofender) y los de Relaciones Laborales; los del McMierda, los del Ikea; mi Nieves, que quiere estrenar la pobre esa pamela que se compró en el H&M; los enlaces de éste-mi blog… Ah, bueno, y la familia y amigos de Mi Santo, que para eso va también él a mi boda (chicos, ya sabéis quién va a ir de blanco.)

Después de hacer números, me parece la mar de atractivo fugarnos un martes del trabajo los dos y firmar unos papelitos en el Ayuntamiento y/o Juzgado de turno que nos toque, coger a la primera Maricarmen que pase por la puerta de testigo e irnos a celebrarlo con unas cervecitas al bar de la esquina. O eso o tocamos a medio canapé por barba. Gensantaaaaa


[Canción recomendada: J. J. “Amárrame”]

Countdown



Al igual que mis queridos Fusiforme (con esa inenarrable fotografía) y Meg (luciendo puesta de largo con logotipo y todo -¡Gracias, Skrbjop!), me hago eco del final de la cuenta atrás…

El próximo domingo, a las doce de la noche, se cierra el plazo para presentar el material para el V Certamen de Fotografía y Vídeo Elisabeth Cano Mori, “Made In Spain”, al igual que los posibles estudios candidatos a la Beca Finita Asensio.

Ya sabéis dónde podéis remitir el material, que será seleccionado y valorado por el Jurado para la segunda fase:


http://www.canomori.es/index.php

canomori@gmail.com

Venga, que en 3 semanas nos vemos de faralaes para la entrega de premios.



[Canción recomendada: Manuel de Falla “El Amor Brujo”]

In my head (a moderna no me gana nadie)


Tres canciones que no me podía quitar de la cabeza esta semana; cuidadín si te has levantado con resaca:







The Ting Tings, “Great DJ”; vaya nombrecito para el grupo… Lo sé, la rubia es para matarla, pero me mola la canción. Y el batería más. Sí, a pesar del ojo vago. Un día de éstos, hasta me pondrá Pablo Motos. Aunque si, según la Superpop, los hermanos Gallagher llegaron a ser "sexys" en los noventa...







The Infadels, “I Can’t Get Enough”, que mira que tendrá años, pero que acabo de descubrir. El vídeo, horrible (sin nada que objetar de la tomatina y de Buñol), y ellos, unos mamarrachos, pero no me negaréis que tiene marcha.







The Presets, “My People”, que no sólo de gaydivas vive el marica del siglo XXI. También hay gayers con un toque rubber...


[Canción recomenda: The Ting Tings “Great DJ”]

Los jueves milagro (IV): Boda canomori



Ayer volví a quedar con mi Juani, pero esta vez no fue para comer, sino para cenar. Y me volvió a contar más cosas de su familia. Esta cría es un diamante en bruto, una investigadora nata del concepto canomori. Pero es que su familia da para eso y para más. Hace dos semanas tuvo la boda de un primo suyo, llamémosle Pepe. Su primo también es de Alcanfor de las Infantas, pero la novia es de Villanueva del Fartons, pueblo cercano al Beniel natal de Elisabeth Cano Mori.

Y por lo que me estuvo contando, entre cerveza y cerveza, aquello fue para estar pellizcándose las ingles para evitar reírse a carcajada limpia. La novia apareció con un traje merengue “Adoro el barroquismo” que dejaría al de la novia de Farruquito en algo minimalista; acompañada con su cortejo familiar, donde las féminas de su casa compartían con ella el mismo peinado. Que sí, que todo el mundo sabe que no se puede ir de blanco a una boda… ¿pero alguien ha dicho algo sobre ir con la misma cascada de bucles que la “blanca y radiante”? Noooo, pues ahí estaba la madre y la hermana con un tres por dos. Una, resultado de un cruce entre Juanita Reina y Maria del Monte, y la otra reciclando un traje al que le faltaba una banda que pusiera
“Yo soy la reina de las fiestas”.


Un cura con el físico del granhermano Jorge “Quien Me Pone La Pierna Encima” Berrocal y voz de binguero, que parecía que fuese a decir “Han cantado bingo” más que “La paz esté con vosotros”; un hermano de siete años con alma de diácono (ya de pequeño le daba besos a las estampitas de los santos) y un coro rociero (con una solista a la que su peor enemigo le había dicho que tenía una voz sobrenatural, que hacía que La Blanca Paloma se removiese en su ermita) amenizaron la primera parte del evento.

Pero lo mejor estaba aún por venir. El convite. Ese lugar donde se terminan de plasmar los estereotipos más raciales mezclados con horteradas de nuevo cuño: mi Juani tuvo que esperar la pobre, junto con el resto de los invitados, un plantón de hora y media en la puerta, hasta que llegaron los novios a inaugurar el salón, cortando la cinta de la entrada, brindando con champán y teniendo como banda sonora esa bonita canción de Aerosmith “I don’t wanna lose a thing”… El daño que hizo Isabel Gemio, Jesús Puente y
“Lo que necesita es amor”.

Después de la entrada, empezó el banquete, que fue sis-te-má-ti-ca-men-te amenizado con varias perfomances cada veinte minutos, donde se apagaban las luces y se:

a) dieron dos ramos a las madres de los novios.

b) los amigos de los novios les dieron, uno a uno, una rosa a cada uno de los contrayentes.

c) la novia repartió minirramos iguales que el suyo a varias mujeres allegadas, en cinco ocasiones.

Amenizado con sintonías del altura de “El vals de las mariposas” de Danny Daniel o “Gavilán o paloma” de Pablo Abraira.

El colofón fue un vídeo-nostalgia de los dos novios, donde se relató pormenorizadamente su vida… con una duración de 45 minutos. En ese momento, a mi Juani se le había caído ya hasta el moño, pero nada la preparaba para lo siguiente:

Suena una canción-pestiño de Bon Jovi, y una mesa redonda con un centro floral es llevado enfrente de la mesa presidencial. La pobre se creía que era la mesa donde iría la tarta nupcial… Lo que no se imaginaba es que esa “mesa” fuese en sí un frigorífico donde estaba dicha tarta… que fue elevándose con un ascensor para que los novios la cortaran.

A la pobre se le bajó todo el vinogarrafón que se había bebido. Menos mal que después las cosas volvieron a su lugar: se abrió el baile con una canción de Luis Miguel, y, acto seguido, sonó
“El Chiki-Chiki”.


Con familias como ésta, hay un gran número de momentos-kodak para poder ganar alguna de las categorías del Canomori de este año. Animaros y participad:


www.canomori.es

canomori@gmail.com



[Canción recomendada: Aerosmith “I Don’t Wanna Lose A Thing”]

Hacia atrás, ni para coger impulso


Frase que me dijo un amigo hace mucho tiempo. Un amigo del que me estoy acordando estos días (y más a raíz del post de La Otra Eme). Porque, al final, se tuvo que aplicar el cuento. Expresar sentencias está bien, pero sufrirlas en carne propia, como hierro candente, sal y limón en la cicatriz… eso es otra cosa.

Después de años con su pareja, se les rompió el amor, no sé si de tanto usarlo o de ir a distinta velocidad…Y de esa ruptura, surgió la sombra de unos bonitos adornos ramificados en su cabeza, la sempiterna sospecha de tener que agacharse cada vez que pasara por debajo de un umbral (cari, a algunos nos ha dolido hasta el cuello de tanto peso…)

En este mundo de lo políticamente correcto, se supone que somos mayorcitos, maduros, civilizados. Por lo que no deberíamos de aguantar una visita de la nueva pareja de tu ex (el que demostró la afición a la caza mayor –no sé si de la zorra o del zorro-) en tu lugar de trabajo, a restregarte la felicidad (ah, ah, ah, que trajo tu amor, oh, oh, oh-oooh) y los nuevos movimientos de cadera que está aprendiendo tu anterior compañero de juegos sexuales. Y aguantar la sonrisa en la cara (como bien nos enseñó Glenn Close en “Las amistades peligrosas” con un tenedor clavado en la mano) porque “el cliente siempre tiene la razón”, aunque lo que te apetezca es hacerle una serie de piercings en las pelotas con una remachadora automática.

Con lo complicada que es la vida diaria, con lo inútil que es arrastrar cadáveres putrefactos, para que venga una desperate housewife de todo a cien a joderte la mañana. Yo, por mi parte, paso de la frase “ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos más aún”, asínque prefiero ir soltando lastre (sin necesidad de Aerored, oiga), que se duerme más tranquilo y te ahorras pasta con el antiarrugas. Eso sí, cada uno por su lado y si te he visto, no me acuerdo, que amigos tengo ya bastantes como para tener que aguantarte. Soy moderna, pero no tanto, my dear...

Lo dicho, hacia atrás, ni para coger impulso. Nada de lamentarse. Nada de volver a cometer los mismos errores. Y nada de sufrir por miembros amputados. Ya lo decía La Montaña de Basura de "Fraggle Rock": no llores por la leche derramada.

Pd: Y que sigo queriendo con locura a
Mi Churri Del Amor, así que nadie se lleve las manos a la cabeza, sólo que hay situaciones que, a veces, me enervan.


[Canción recomendada: Académica Palanca “Me llaman mala persona”]

Hoy quiero confesar...



…que:

1º_ No me he comprado la “Fotogramas” de mayo, y a estas alturas, como que no va a caer.

2º_ No me he agenciado “Hard Candy” de Larrubiahijadeputa sea de la manera oficial, sea de la manera oficiosa. Y lo que es peor, no siento curiosidad por oírlo.

3º_Tengo el cd de Mónica Naranjo y ni ganas de escuchar sus chillidos en estéreo.

4º_ Me estoy pasando al café descafeinado, cuando yo he sido hermano de leche de Juan Valdés… vale, sólo lo alterno con el “detoalavíadelseñó” a ver si me relajo un poquito. Que cuatro cafés al día son cuatro cafés al día.

Acepto cualquier tipo de psicoanálisis. Gratis, eso sí, que no está la cuenta para estipendios.

Pd: “Los jueves milagro” de esta semana se suspende hasta que quede con mi Juani este finde, que me va a dar un resumen con material fotográfico incluido de una boda familiar que tuvo el sábado.


[Canción recomendada: Gloria Gaynor “I Am What I Am”]

De cero a ciento uno



Hay un capítulo de "Futurama" en el que les devuelven 300 dólares de la retención de la renta a cada uno de los seres que pueblan la tierra en el año 3000. La plantilla de Planet Express se gastan el dinero en varios caprichos: un tatuaje parlanchín, unos zancos, 10 litros de células madre con las que rejuvenecer. O el caso del antihéroe de la serie, Fry, que decide tomarse 100 cafés con su parte.

En el capítulo vamos viendo cómo evoluciona el estado de nerviosismo del mindundi, hasta que alcanza al número 100 y sufre una revelación (sin necesidad de caerse de ningún caballo), moviéndose a una velocidad casi impercetible, y pudiendo observar detalles como el aletear de un colibrí. Amén de salvar a todos los protagonistas en el último minuto.

Estas semanas han sido de un stress in crescendo en el trabajo. Y cuando ya creía que no podía superarse, cuando parecía que había llegado al café 100, que se está más cerca del Nirvana que del caos total, descubrí que se puede seguir contando hasta 101, 102, 103, 104…

Mañana a esta hora sabremos si habrá merecido la pena o no.


[Canción recomendada: David Bowie “Thurday’s Child”]

Evolución


Desde los albores de la Humanidad, el hombre tiene sus necesidades fisiológicas. Y desde entonces cumple a rajatabla cuatro estaciones en su via crucis cotidianio: Come, duerme, mea y caga. Así, sin mezclar las cosas, o que cada uno haga en la intimad de su cama y/o váter, se queda entre esas cuatro paredes. Pero el homo erectus se ha ido refinando y dándose cuenta de lo bien que viene lo de lavarse las manos después de ir al escusado; por aquello de no mezclar sabores y olores, más que por cuestiones de higiene y tal.

Pues bien. La cosa está en que, cuando uno no utiliza el aseo de su casa, ya se puede ir olvidando de esas toallas de rizo americano lavadas con suavizantes y detergentes que utilizan un animal cuadrúpedo a la par que algodonoso, ora un borreguito, ora un ositopeluche.

Si lo de limpiarse el UGT ha evolucionado desde el canto rodao al papel higiénico de cinco capas con ph neutro y aroma de melocotón, lo de secarse las mano, tampoco se iba a quedar en nada. Y así llegamos, en los aseos públicos, a la toalla aquella amarillenta con franjas rojas, que se iba enrollando y desenrollando (un bonito caldo de cultivo de hongos, musgos y líquenes), los pliegos de papel similares a la estraza (de los que siempre tenías que coger cuatro o cincomil para quedar plenamente satisfecho) o el secador de mano a base de aire caliente (donde gana por goleada el que lleva botón y no el sensor automático… ¿de verdad conocéis a alguien que se haya secado las manos así alguna vez? Porque yo termino haciéndolo en las perneras del pantalón.)

Y luego está él. Que es algo así como el Lamborghini de los secadores de manos. Señoras, señores
, Mr. Dyson Airblade:


Este pequeño monstruito amorfo, te seca las manos en diez segundos, con chorros de aire a 640 km/h… vamos, que si tienes lunares en los dedos, se te suben de golpe a los mofletes. Hace un tiempo lo instalaron en los vestuarios de mi trabajo y desde entonces, las abluciones después de visitar al Sr. Roca son otra cosa. Unas risas, una juerga, un no parar de mojar y frotar con el jabón para ver cómo desaparece todo, roña y espumita. Ains, sentir esa velocidad que hace que se te pongan del revés las uñas, que te hagan cosquillas en los pelillos de las muñecas… Chiribitas me hacen los ojos pensando cuando saquen el modelo de cuerpo entero. Tantas opciones aún sin explorar, tantos mundos nuevos por descubrir…


[Canción recomendada: La Tigresa del Oriente “La Anaconda”]

Los jueves milagro (III): Categorías + Canomori Session '04

Vamos a seguir propagando el espíritu canomoriense. Y, como no, un año más, hacemos un pequeño resumen con algún ejemplillo de qué se puede considerar objeto de tan iniguanable epíteto. Ahí van las categorías de esta edición:




Entorno:
“Mira lo que te rodea... pero míralo bien”

Una venta de pueblo, donde se mezclen jamones pata negra con sevillanas de plástico rancias y navajas de Albacete tamaño kingsize. Un todo a cien de barrio, donde lo mismo te venden barreños de plástico (del malo) con reproducciones fidedignas de Rodolfo Chiquilicuatre. Incluso un colegio de antes de que Anita Obregón saliera en “Hostal Royal Manzanares”. Siempre y cuando el aula tenga esa foto rancia y sin color de los Reyes de España, donde nuestra Reina Sofía lucía cardado canomori y conjuntito rosa palo.




Iluminad@s:
“Porque yo lo valgo, así de estupend@ salgo”



Esa mujer que, para ir a misa, se cuelga todos los oros que ha encontrado por su casa, incluso los accesorios del baño, se recrea la mascarilla con Titanlux, y se pinta los labios por fuera porque no llega para silicona a finales de mes… Ese hombre al que le brillan ya las ideas, pero se resiste a perder su juventud y lozanía, por lo que se peina a modo cortina y, para disimular la panza, se sube los pantalones a la altura del píloro.

Y tan orgullosos los dos de crear tendencia.




Mujeres Imposibles:
“Maruja, con lo que tú has sío ¿cómo has llegao a esto?”

Es el devenir natural de cualquier iluminado, porque la costumbre hace hábitos, y el hábito, sino se lava, termina haciendo costra…




Categoría especial de esta edición: Made In Spain

¿Qué es España para ti? ¿Un tapete de ganchillo, con su torito bravo? ¿Unas sevillanas del Imserso, bailadas con dos muletas? ¿La perrita Fanny vestida de lagarterana? El abanico (con o sin lunares) es amplio, donde caben todas las autonomías, tengan o no Estatut. Es lo bueno de la Beata Elisabeth Cano Mori, que ella entiende de gentes, no de políticas.

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Y de premio, un enlace por el que te podrás bajar el recopilatorio del primer año, donde nos invadió el espíritu verbenero (el putón lo puso cada uno y donde pudo) y la nostalgia de los pantalones de campana con rodilleras y las bicicletas con timbre y flecos en el manillar. Pincha encima de la foto de la beata y a bailar…






Podéis mandar vuestras fotos y vídeos tanto registrándoos en la página oficial del Canomori como a la ya tradicional dirección de ediciones anteriores:

canomori@gmail.com


[Canción recomendada: Rosa Morena “Échale guindas al pavo”]

¿Vuelve el hombre?

Los lunes… Esa terrible maldición con la que empiezan todas las semanas, que te pilla de sorpresa porque te has tirado el domingo vegetando. Viendo la vida pasar.

Así que, nada mejor que alegrarse la vista para empezar con fuerzas esta escalada. Aquí mi primo:



Nacho Figueras, argentino, 31 años muy bien llevados. Bautizado como el Brad Pitt del polo (ya quisiera el rubio ése), es la imagen de la nada elitista marca de Ralph Lauren.

Una perfección que termina dando asco (hasta tiene una peazo de rubia por mujer, que deja en mantillas a Valeria Mazza), con sus hijitos de catálogo y su pelo Vidal Sasoon

Seamos claros. Sí, tiene pinta de estar oliendo a mierda las 24 horas del día; sí, su cara denota una gran conversación; y sí, creo que es lo más soso que se ha inventado desde los Donuts bajos en calorías. Pero es que es verlo, imaginármelo con los pantalones apretados del uniforme y las botas y pensar en algo como este vídeo

Ains, cuanta carne y yo sin dientes.


[Canción recomendada: St. Germain “So Flute”]

Iron Man


El miércoles noche quedé con dos compañeros de trabajo para ir a ver la enésima adaptación de un personaje de cómic. El elegido como el mejor villano de Marvel por culpa de su frase “a mí, que me registren”, me ha resultado siempre uno de los personajes más antipáticos de todos los que han pululado por la viñetas. Que sí, que el Capitán Moñas es insoportable con sus barras y estrellas, pero tenía un buen fondo (aparte de unos ojos azules y un pelopantene que te daban ganas de que te borrara el cerito.)

Así que, con estos antecedentes, lo de ir a ver “Iron Man” era la respuesta a un “¿por qué no, si no tengo ningún plan mejor?” Vale, a eso únele que Robert Downey Jr. no es santo de mi devoción y que dudara bastante de las dotes de director de Jon Favreau (aquel novio muchimillonario que se agenció Mónica en “Friends” que quería hacerse con el cinturón de nosequé liga de lucha libre.)

Me tuve que tragar mis palabras. Una a una. El actor borda el papel de cínico hedonista que debe ser Stark, por lo que se te olvidan otros posibles candidatos (claro que salía más barato que el Sr. Clooney, que si no…) El director, sabe lo que hace y lo que quiere el público: coña, acción, efectos especiales. Pasar un buen rato. Nada de darle un sello personal a un personaje que, ya de por sí, lo tiene. Y por una vez en la vida se han gastado el dinero donde debe ser: en el guión. Las réplicas son alucinantes, y hay escenas de órdago (la construcción de la Mark II y la Mark III, ¡y ese peazo de avión con ese equipo de azafatas!)

Así que, si no sabéis que hacer este puente, o no habéis llegado a tiempo de las entradas del S.O.S., no es un mal premio de consolación. Vale, no es como ver a los Chemical Brothers o Rufus Wainwright (de los Wainwright de toda la vida) pero algo habrá que hacer este finde, ¿no?

Pd: Quedaos hasta el final de los créditos, cacho perros, que hay premio.


[Canción recomendada: Radiohead “My Iron Lung”]



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}