Flautulencias y ventosidades


“Que los dioses te guarden, Fabio,
de esta plaga, pues de todas las formas
de purificar el cuerpo que el hado nos envía,
la diarrea
es la más pertinaz y diligente.”

El Asombroso viaje de Pomponio Flato”

Eduardo Mendoza



El pobre Lázaro, con sus llagas pustulentas, yacía en la calle, viviendo de las migajas de la mesa del rico Epulón, “que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes.” El problema viene en que en la parábola que Jesucristo narra en la Biblia, se cambian las tornas y es Lázaro quien prueba las mieles y Epulón quien se tiene que conformar con toda clase de tormentos. La manera que tiene la justicia divina de equilibrar la balanza.

Pero antes de pasar al otro barrio, les dio tiempo a protagonizar, como secundarios, una aventura de asesinatos, tramas e intrigas de la mano de Eduardo Mendoza.

En “El asombroso viaje de Pomponio Flato” se narran las peripecias de tal ilustre y docto ciudadano romano en la búsqueda de unas aguas milagrosas que vuelven a las vacas blancas, pero con tal mala suerte que todas las que ha probado sólo le han aportado varias descomposiciones estomacales, haciendo honor a su nombre. Después de dar varios tumbos por el desierto (y encontrarse con más de una tribu obsesionada en dar por el culo), llega a Nazaret, donde es contratado por un mocoso para que demuestre la inocencia de su padre en una falsa acusación de asesinato. Y hasta aquí puedo leer.

Vaya de antemano mi total indiferencia (hasta ahora) por las novelas de Eduardo Mendoza, del que sólo me he leído sus obras cómicas. No ha caído ni “La ciudad de los prodigios” ni “La verdad sobre el caso Savolta”, pero sí me he leído “El misterio de la cripta embrujada” y un verano su “Sin noticias de Gurb” corrió entre el grupo de amigos como si fuese un porro, con ciertos efectos similares a los del cigarrito de la risa.

En este caso, Mendoza opta más por la sonrisa que por la carcajada limpia, demostrando en esta gamberrada de libro que se pueden tomar las Sagradas Escrituras y reírse un buen rato sin crear polémica (claro que no sabemos lo que opinará el coro de indeseables, lo mismo están haciendo campaña para considerar hereje al pobre escritor.)

No es que sea un libro que vaya a pasar a la historia de las letras, pero tampoco es que lo que Eduardo Mendoza pretendía, ya que lo califica como “un libro excéntrico, que lo escribí sin pensar en ningún momento que estaba escribiendo un libro. A veces escribo un libro y a veces hago un libro, como quien hace un solitario o un crucigrama”. Así que, si la idea era pasar un rato agradable y entretenido, lo ha conseguido.


[Canción recomendada: Camilo Sesto “Getsemaní”]

10 Aeroguatutadas:

Anónimo 06 octubre, 2008 08:40  

Eduardo Mendoza es uno de mis escritores favoritos.

Después de "Sin noticias de Gurb" en el instituto hubo un sorteo de un libro el día de San Jorge y me tocó a mi "La verdad sobre el caso Savolta", muy buen libro. También tengo "La ciudad de los prodigios" que es más tostón pero está muy bien.

Te recomendaría "El laberinto de las aceitunas" que es la segunda parte del "Misterio de la cripta embrujada", también tengo "El último trayecto de Horacio dos".

Me leí en formato digital, en el ordenador "La aventura del tocador de señoras" (nooo, no me gusta Eduardo MEndoza, ¡¡queeeee vaaaa!!)
Y el libro que comentas me lo compré sólo verlo en el Fnac.

Por cierto el viernes me compré en la feria del libro "La isla inaudita" de Eduardo Mendoza y estoy deseando cogerlo para leerlo.

Como ves yo a penas he ledído algo de este muchacho...¡¡y me encanta!!.

Peritoni 06 octubre, 2008 10:33  

Bueno pues me lo apunto, ese y el de Gurb que ya hace tiempo que me fue recomendado.
Gracias.

Anónimo 06 octubre, 2008 11:41  

Cuando lo leí, me soprendió ke la iglesia no diese ninguna keja al respecto, porke aunke respetuoso y tal, hay un par de cosillas ke a más de uno ha debido ponerle la sotana de punta.

coxis 06 octubre, 2008 12:27  

A ver si me acabo la tristísima "Suite francesa" y me cojo algo más risueño, como lo que tú hoy nos presentas...

Anónimo 06 octubre, 2008 14:08  

Se le ha olvidao decir que, además, pesa poco, lo que hace que sea ideal para llevarlo encima y aprovechar para leer en autobuses y trenes. Que no vea cómo pesa "El Juego del Ángel". Deseandico estoy de acabármelo.

J-vol 06 octubre, 2008 17:44  

"Mauricio o las elecciones primarias" no está del todo mal, en lo que se refiere a su faceta seria. Imprescindible la trilogía, por así decirlo, del detective, también por así decirlo, escapado del frenopático. Ironia fina.
"Gurb" es imprescindible y muy digerible.

Ahora estoy liado con "La broma infinita" del payo ese que se colgó el mes pasado. Ese tocho no hay Dios que se lo lleve a pasear:si me lo llevo al curro tengo que dejar la cena y el "neceser" en casa, fijo.

J-vol 06 octubre, 2008 17:50  

Aquí el suicida: http://www.elpais.com/articulo/Necrologicas/David/Foster/Wallace/mejor/cronista/malestar/EE/UU/elpepinec/20080915elpepinec_1/Tes

MEG 06 octubre, 2008 18:27  

Por primera vez en la historia de tu blog, no he leído este post. Mi padre acaba de comprar este libro, por lo que prefiero enfrentarme a él con las idas vírgenes.

Gracias por poner mi viejo blog en la retaguardia. Cuando se cierre, te lo diré,para que lo elimines.

hm 06 octubre, 2008 19:43  

Vaya, llevo tiempo dándole vueltas a si comprármelo... creo que después de esto, me voy a ver obligado...

Inés 07 octubre, 2008 22:22  

Yo me lo compre, me lo leí y me lo pasé muy bien. Con este ya son cuatro ( y los cuatro de humor) de este escritor. Para dramas ya tengo a mi querido Fiodor.



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}