Y Versus Z



En la década de los ochenta, la campaña de Live Aid y su “We are the world” caló hondo en todos los estratos sociales del mundo mundial. Así que la rama científica del planeta se concienció y trato de buscar una solución al hambre que asolaba la Tierra.

Uno de los proyectos que, como visionarios de Ana Botella, fue jugar a ser Dios con los vegetales; pero en vez de con peras y manzanas, el experimento, en su versión 1.0, se realizó con zanahorias y lechugas.

Se trataba de conseguir un híbrido que aprovechase las virtudes de ambos alimentos, y así mejorar la eficiencia y la eficacia de la Madre Naturaleza: una zanahoria de la que se pudieran comer sus hojas de lechuga. Una lechuga que no tuviera raíces inservibles, sino un pequeño falo naranja con gran cantidad de vitamina A.

El experimento falló estrepitosamente: en vez del resultado buscado, se consiguió una planta inaprovechable. Tenía las raíces de la lechuga y las hojas del tubérculo preferido por Bugs Bunny.

En resumen, no se puede tener lo mejor de ambos mundos. Incluso a veces, el tiro nos sale por la culata y conseguir un pleno al quince de lo piol de lo piol.

Teta y sopa no caben en la boca...


[Canción recomendada: Girls Aloud vs. Sugababes “Walk This Way”]

Girls Will Be Girls (y II): The Jizz Party

Miss Coco Peru, -la reina de la sabiduría al aconsejarnos tener los ojos cerrados cuando se nos derramen en la cara- es un personaje creado por el cómico Clinton Leupp que tiene su propio show en televisión y que ha intervenido en otras series: hay un sketch inicial en “Will & Grace” con un teléfono a cinco manos donde se ve cómo el actor se va caracterizando de ésta drag queen.

La serie “Girls Will Be Girls” es una especie de continuación o spin-off de la película del mismo nombre. En serio, el film no merece mucho la pena, peca como cualquier paso a la gran pantalla de una sitcom: alargas el metraje para dos chistes buenos. Y parece que aprendieron del error. Porque la serie online es cáustica a más no poder, y condensa toda la mala leche en nueve minutos.

Sólo he pillado dos capítulos doblados al español, aquí os dejo el primero:

Comienza donde quedó la película, con el regreso de Evie (una momia con más postizos que Roberto Carlos y Camilo Sesto juntos, que en otra vida fue starlette de una película catastrófica de serie-B) a su antigua residencia y de Coco Perú a su lado, después de haber sido humillada por su marido (a quien conoció en una clínica católica abortista, del que se quedó enamorada y quedándose varias veces preñada como única excusa para volver a verlo. Ahí es ná.)

A mí me hizo gracia. No sé, será parte de mi vena trash…


[Canción recomendada: The B-52s “Funplex”]

Girls Will Be Girls (I): It Buuuuuurns...

Porque, queridos y queridas, en el mundo de las parafilias sexuales hay una amplia carta de platos a elegir… pero éste no suele ser agradable.

Q.U.E.M.A.

[Canción recomendada: Soundtrack “Girls Will Be Girls” ]

Micropost (XLII): ¡Por fin es viernes!

¿Salimos a tomar algo?


[Canción recomendada: Jay Jay Johanson “Because Of You”]

Ídolos con pies de barro


…Las ventajas de pertenecer a una familia acaudalada son múltiples, pero destaca la capacidad de elección. De optar por ser una brillante doctora, de expediente inmaculado y porvenir acorde a tu status. De elegir un lugar bucólico como refugio de fin de semana; una casita en comunión plena con la naturaleza. De ponerse en contacto con el arquitecto de moda y plantearle tus ideas. De que la mayor figura de la arquitectura contemporánea caiga rendido a tus pies y te idee una residencia digna de una diosa. Tu lugar de descanso será una reinterpretación de los templos clásicos donde, enmarcados en un paraje natural de gran espiritualidad, los ciudadanos iban a rendir favores a su deidad. Lo has conseguido, no sólo eres parte de una oligarquía americana, una doctora respetada y envidiada entre colegas. Eres una deidad que camina entre mortales.

Pero hasta los dioses deben de tener cuidado en no enojar a sus sacerdotes. Y los desengaños amorosos no es algo que ningún acólito pueda tolerar. Protege tu efigie. Recuerda en no consolar a una serpiente, siempre se dan la vuelta y asestan un buen mordisco…



La Casa Farnsworth es considerada uno de los paradigmas de la arquitectura contemporánea, como el ejemplo perfecto de la nueva vivienda unifamiliar. Fue realizada por Mies van der Rohe entre 1946 y 1951, a orillas del río Fox, al sur de Chicago, a petición de la doctora Edith Farnsworth. Basándose en la planta clásica de un templo griego, se estructura en dos plataformas rectangulares elevadas a un metro y medio del suelo, siendo una de las plataformas la vivienda en sí. Vivienda sin ningún tipo de separación interna, y donde han sido sustituidos los muros exteriores por grandes ventanales de cristal. Dicen las malas lenguas que Mies van der Rohe no pudo soportar cierta infidelidad de la doctora Farnsworth y, en un ataque de cuernitis, proyectó acabar la vivienda de tal manera que su intimidad estuviera expuesta a todo el mundo, al igual que su bonita cornamenta. Sea verdad o no, lo cierto es que esta historia acabó en los tribunales porque la dueña de la vivienda vio horrorizada cómo su casa se convertiría en un escaparate para regocijo de todo aquel que paseara por el campo.



Lo más gracioso de todo esto es que, a pesar de ser quien era, el señor van der Rohe también cometía errores. Teniendo en cuenta que el emplazamiento de la casa estaba cerca de un río, y previendo que posibles crecidas pudieran inundarla, la proyectó a cierta distancia del suelo: 1,5 metros… que no fueron suficientes para que escapara de las inundaciones ni en 1956, 1996 y 2008.

Ya ni comento que la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright sigue en pie porque el maestro de obra se pasó por el forro de los webs las indicaciones del arquitecto sobre la composición del hormigón de los cimientos y de las plataformas…


[Canción recomendada: Delirium “Euphoria (Firefly)”]

Soy del montón y no estoy de rebajas


Es evidente que los gustos cambian con el paso del tiempo. Cuando era crío, odiaba la ensaladilla rusa, y era de los que, a la hora de comer, había que quitarle “lo verde” y “lo rojo” del plato porque si no, no pinchaba ni un trozo de pollo o de patata. A día de hoy, no le digo que no a una rosquilla con un pegote de ensaladilla coronada por una anchoa, y no soy vegetariano porque del cerdo me gustan hasta los andares.

En cuanto a gustos sobre la carne, también va variando. Si antes te llamaba la atención un rubito despampanante, ahora encuentras la mar de sexy al rapa-polvo que pasa por delante de ti en la parada del bus.

El problema está cuando eres tú quien quiere entrar al ser el oscuro objeto de deseo de ese maromo que está en la barra, pero no te encuentras dentro del espectro del mercado de la carne. Es como lo de “demasiado viejo para morir joven, demasiado joven para morir viejo”.

Después de asumir, de una vez por todas, que no hay nada malo en querer que te pongan mirando para Benejúzar, me dije a mí mismo “aquí estoy porque he venido” y me lancé al ruedo de la caza con señuelo… Pero, jatetú, te das cuenta que en la vida has pisado un gimnasio y que el vello corporal no está de moda. Ni era una musculoca, ni una moderna andrógina, por mucho que metiera barriga embutido en licra y por mucho que me comprara las camisetas en Zara Niño. Así que, nasty de plasty. Sorbiéndome los mocos y asumiendo que el chavalín ese con la cara de no haber roto un plato en la vida está fuera de tu alcance.

Ale. Una vez aceptado que no eres una radiografía humana, que el único parecido que tienes con Justin de Queer As Folk es que los dos cagáis por el mismo sitio, tu campo de visión se dirige a otro patrón de maricong (telefong.) Te sueltas un poco la lorza, porque tampoco está de moda morir asfixiado (el que conozca algún famoso que haya perecido por aguantar la respiración, que hable ahora o calle para siempre); y qué cojones, abres un poco la camisa para que se vean esos pelillos a la mar, que donde hay pelo, hay alegría… Segundo chasco. No eres ni lo suficientemente peludo ni estás los suficientemente hermoso como para llamar la atención. No eres un chubby, un bear, a lo sumo un proyecto de cub, pero te faltan unos kilitos… Toda tu puta vida intentando controlar ese flotador humano que te va creciendo por delante (¡y por detrás!), luchando contra tentaciones altas en calorías, para que te digan que estás delgado y por eso no gustas… En la vida me he muerto.

Así que, desde aquí, me hago adalid de la mediocridad desde ya. ¡Vivan los tíos ni muy gordos, ni muy delgados, con su agarraderas del amor, con su barriguilla que no llega a convertirse en un falso embarazo, con sus entraditas y su coronilla despejada sin llegar a estar calvos del todo, con su pelo en el pecho sin entrar en la categoría de edredón nórdico! ¡Viva la mediocridad! ¡Vivan los hombres del montón!

Uffagustomehequedao…


[Canción recomendada: Pastora “Transparente”]

Tres eran tres


Con tesón llegó el caracol al arca de Noé.

(Dicho popular, según la agenda que me compré en el 2001…)


Y con tesón, cada vez menos, este blog llega a su tercer año. Más que llegar, se arrastra. En fin, a ver lo que duramos…

[Canción recomendada: Mónica Naranjo “Sobreviviré”]

Lo bueno y lo malo


Lo bueno de estar malo en fin de semana, es que te puedes quedar todo el día en la cama. Lo malo es que, en plena ola de frío, se te rompa la calefacción central y haga mejor temperatura en la puta calle que en tu puta casa.

Lo bueno de estar malo y en la cama todo el fin de semana, es quedarte tapadito debajo de capas y capas de mantas. Lo malo es no poder disfrutarlo en compañía.

Lo bueno de estar con gripe en fin de semana, es ponerse al día con las películas que tienes pendientes. Lo malo es que estas películas te dejen frío.

Lo bueno de tener todo el tiempo del mundo en la cama y no tener compañía con quien gastarlo es hacerte una sesión doble. Lo malo es elegir las películas al tuntún de las que hay grabadas en el disco duro del portátil: “Holding Trevor” y “Soy leyenda”.

Lo bueno de “Holding Trevor” es que el reparto está como un queso (hasta la chica tiene su aquel) y la premisa inicial no tiene mala pinta. Lo malo de “Holding Trevor” es que un elenco de caras bonitas con (algún tipo de) talento a veces no es suficiente para aguantar hora y media, donde la falta de ideas y de presupuesto hace imposible desarrollar dignamente el argumento.

Lo bueno de “Soy leyenda” es ver cómo se traslada la novela de Richard Matheson a la pantalla grande, con un presupuesto más que digno. Lo malo es darse cuenta que, a pesar del dinero, la película no se sostiene de ninguna manera, que hasta han traicionado el espíritu del autor al cambiar la segunda mitad del libro. Lo bueno de ver una película protagonizada por Will Smith es que éste salga marcando músculo. Lo malo de ver una película protagonizada por Will Smith es darse cuenta de que tiene el ego más grande que su cabeza y que todavía le faltan tablas para aguantar él solito la cámara durante casi dos horas.

Lo bueno es darte cuenta de que “Holding Trevor” ha llegado al mismo resultado artístico que “Soy leyenda” con una parte infinitesimal de dinero. Lo malo es que las dos aburren de igual manera y te da por apagar el ordenador e irte a dormir.

Lo bueno de estar malo es poder levantarse un domingo a las mil y quinién sin resaca. Lo malo es que te levantas hecho una piltrafa humana sin siquiera haber salido la noche antes.

Lo bueno de no trabajar un domingo es desayunar en el comedor, tapado con las faldas de la mesa camilla, calentito con el brasero. Lo mejor de todo es encontrar un producto tan maravilloso en el canal de teletienda de la TDT. Lo malo es no ser mujer para no poder utilizarlo, ser la envidia de mis compañeras de trabajo, del gimnasio, la cajera del súper, mi suegra, la vecina del quinto, mi cuñada, la secretaria de mi jefe y mi pareja de bridge, jatetú:





[Canción recomendada: The Dandy Warhols “Good Morning”]

Sobre compartir y cristales en la garganta (fakir de todo a cien)


Que a mí me gusta compartirlo todo, ya lo sabía. Tanto mis momentos malos, como mis momentos buenos. Qué le voy a hacer, si soy casi como Nati Abascal(que no Mistral, gracias Finnegan): quiero a todo el mundo. Soy taaaaan humano.

Lo que no sabía es que a Mi Santo le pasaba algo parecido.

De todos es sabido que Shepperdsen, cuando se relaja al comenzar las vacaciones, manda a por tabaco todo su sistema inmunológico, y hace jornada de puertas abiertas a los virus de 100 km a la redonda. Ains, es que es de lo más cariñoso y acogedor a la hora de poner bajo su ala (sus amígdalas, su garganta) a cualquier bacteria huérfana de padre y madre.

Y luego pasa lo que pasa. Que aunque se tome 5 días libres, una semana, un mes o un año sabático, se tira 7 días con una “Fever” que ríete tú de Peggy Lee, Madonna y La Lupe juntas.

Pues claro. Después de unas vacaciones navideñas algo estresantes con tanta visita y tanto esputo viral (estimada MM, no hemos podido sacar tiempo para tomarnos esa cerveza, -le debemos una cena para abril, apúntela-) aquí a mi compañero de juergas sexuales no se le ocurre nada mejor que dejarme encargado de incubar a todos esos pequeños vestigios de gripe, resfriado y demás bestiajos. Pero claro, ¿qué mejor forma de pasar el finde que libro que en la cama, sudando la fiebre y con cristales en la garganta?

Ñoras y ñores, somos un chollo. Sólo nos ponemos enfermos cuando no nos toca trabajar.

Pd.: Ahí os dejo un bonito enlace musical, que más de uno lo habrá visto ya, pero lo hago por joder, que si yo estoy fatal-de-la-muerte, por lo menos a vosotros que os piten los oídos del nivel de agudos que alcanza el buenmozo. Ea.

[Canción recomendada: Manos de Topo “Es Feo”]

A Sus Majestades de Oriente.


Queridos Reyes Magos:

Yo no sé si habré sido bueno o no el año pasado, lo único que sé es que realmente el malo de la película fue el 2008 (por el orto te la abrocho), así que alguna compensación debían de recibir mis carnes morenas blanquecinas y fofas.

Antes os pedía un novio rico, que me mantuviera en el status que me merezco, pero desde que Sus Majestades de Oriente me obsequiaron con el becario más sexy de este lado del río Segura, tuve que cambiar la lista. Asínque, mis deseos fueron (en este orden):

1º_La Paz Mundial (que siempre queda bien, y que uno es carne de concurso de Misses –Rusia es un país muy bonito, donde vive gente maravillosa…-)

2º_ Diez centímetros más (de altura, so guarros, para poder mirar por encima del hombro a más de una y más de uno. Tocotó)

3º_Diez kilos menos (vale, antes eran cinco, pero es que estas fiestas han sido lo más parecido a una ordalía gastronómica)

4º_ Y un poco de pelo por la coronilla (que la tonsura no está hecha para mí.)

A ver qué parte no habéis entendido, porque creo que la carta estaba escrita en román paladino y no en swahili… Me habéis traido una bufanda, un jersey, un chándal de poligonera (UPA Dance Meets Fama), unas zapatillas con el estampado de pata de gallo, un libro de cómics y la colonia de Carolina Hortera para hombre (más barata que la de Carolina Herrera For Men, clarostá.)

El año que viene os hecho laxante en el turrón blando, os secuestro a la oveja ésa del anuncio de Movistar y os pido rescate…

Amos anda.

Pd: Bueeeeno, vaaaale. No me habéis traido lo que os he pedido, pero pasaré al Salón de la Fama de la Blogosfera gracias al calendario de moda… A partir de ahora el mes de julio va a ser mi favorito gracias a Tom y Eric.


[Canción recomendada: L-Kan “Gayhetera”]

Look back


Me niego. Paso de hacer un balance del año que ha acabado.

Como en todas estas cosas, no se puede ser objetivo, y menos con uno mismo, así que ni por asomo me pongo las gafas de la neutralidad para analizar mis pasados trescientos sesentaymuchos días. Es difícil, cuando el implicado en la historia es uno mismo, separar el grano de la paja, y a toro pasado, pesa más lo negativo que lo positivo del año que se nos ha ido.

Lo salvable sería el volver a recuperar el contacto con gente con la que hacía tiempo que no coincidía, la boda de mi hermano mediano con la presentación en familia de Mi Santo, o el ver que el último Canomori estuvo a la altura que se exigía, y darte cuenta de que seguimos igual de locos que siempre, incluso hasta para organizar una simple cena de fin de semana.

Los posos amargos del café… Pues el haber cerrado una etapa de tu vida y darte cuenta que el miedo te ata al suelo y te revuelve el estómago. La ausencia de seres queridos, la distancia (en kilómetros, en miradas) con otros. Y rupturas. Y más rupturas.

Da igual. Es el cansancio acumulado de estas fiestas quien teclea el ordenador. Tenemos por delante un año a estrenar. Habrá que tomar aire, coger impulso, pulsar play y bailar la música que nos toque.

[Canción recomendada: Frou-Frou “Let Go”]



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}