Descubriendo a Coco


"...Chanel impuso a la moda cambios tan determinantes que la hizo pasar de siglo. El derecho de las mujeres a la comodidad, a la libertad de movimientos, la importancia acrecentada del estilo sobre el adorno y, por fin, un repentino ennoblecimiento de los materiales pobres que daba lugar ipso facto a la posibilidad de crear en un futuro próximo una elegancia al alcance de la mayoría.

Además, había querido lo que nadie antes que ella se atrevió a expresar con semejante franqueza: mujeres que caminaran erguidas, con vestidos que ya no les marcasen la cintura ni las caderas, mujeres que llevasen faldas radicalmente acortadas[...]Por primera vez se producía una revolución en el vestido femenino; en lugar de obedecer a la fantasía, consistía principalmente, y por inflexible necesidad, en suprimirla."

Edmonde Charles-Roux
"Descubriendo a Coco"
Editorial Lumen
(Págs. 234-235)


Tienes que llegar a la página doscientos treinta y cuatro para que la señora Edmonde Charles-Roux diga algo realmente interesante sobre Gabrielle Chanel, para que haga un análisis concienzudo de qué fue Coco para la moda (en especial, para la femenina) y el cambio que se realizó en esa época.

A raíz del estreno de los dos biopics recientes sobre la figura de la diseñadora, se ha reeditado esta biografía, publicada en 1974, a dos años de su muerte. Y si bien se puede entender como un loable ejercicio de investigación sobre una persona que no desvelaba nada de su pasado ni de su vida privada, se queda a medio camino. No sé si por culpa de la figura elegida en sí (fue un genio, pero como todos los genios, un bicho malo, una caja de truenos y más en su última época) o por la autora de este libro.

Y es que resulta que Edmonde Charles-Roux fue una escritora, hija de un embajador francés, directora durante 16 años de la edición francesa de Vogue y presidenta de la Academia Goncourt. Es decir, una señora que sabe escribir y sabe de lo que está escribiendo.

A la que Coco Chanel tuvo que hacer un desplante en vida. Y muy gordo.



Por un lado el libro adolece de ser heredero de la época en que se escribió. Mediados de los setenta. Por lo que no tiene la perspectiva necesaria para leerlo hoy en día como una biografía tal y como la entendemos. No toma la figura de Chanel con la importancia que tiene, como una de las grandes renovadoras de la moda en general (pasando del "menos es más", de los vestidos recargados y con cinturas de avispa a prendas donde la mujer tiene plena libertad de movimientos); para lo que es necesario un espacio de tiempo que te permita realizar otro vistazo al objeto de estudio. Tiene más valor el libro por lo que no cuenta que por lo que sí, por lo que calla de manera inconsciente que por lo que refleja.

Un ejemplo: la creación del perfume Nº 5.Lo despacha en página y media y con menos información que la que puedas encontrar en la Wikipedia.

Por otro lado, habla más del entorno de Chanel que de ella en sí. De una manera novelada que, si bien al principio es de agradecer, termina anquilosando el ritmo de lectura.

Se puede saber y mucho de alguien conociendo su entorno, pero creo que en este caso lo lógico habría sido pivotar entre la diseñadora y sus amistades. Llega al punto que sabes más de Picasso, de Reverdy, de Cocteau o del Duque de Edimburgo que de Gabrielle. Y terminas pensando que te la trae al fresco que Picasso pintara un telón de una obra que escribió Cocteau (dedicándole un capítulo entero al tema) si de Chanel sólo se menciona que diseño el vestuario y poco más. Que te importa un comino qué fue de Reverdy después de su conversión al catolicisimo si Coco aparece como una figura impertérrita, como una farola en un paseo marítimo.

Y eso que sólo voy por la página 360...

Para ser "La biografía definitiva de Coco Chanel", tal y como la publicita Lumen, se queda a medio camino, y creo que intencionadamente por la propia autora.

Al final sale más barato navegar por Google y hacer tu propio dossier.



[Canción recomendada: Marion Cotillard "Take It All ("Nine" O.S.T.)"]

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Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}