Cue The Pulse To Begin

Para que luego digan que la tele no marca épocas.



Showtime se atrevió y creó en los 90 (a la manera hollywoodiense -vemos algo que nos gusta, compramos los derechos y hacemos un remake con más presupuesto-) una serie protagonizada por un grupo de gays y lesbianas. Un grupúsculo donde se mezclaban situaciones que a más de uno y una nos suenan un poco, cubriendo principalmente el espectro de edad de los 20-30 años, sin olvidarse tampoco a las adolescentas y a las viejunas.

"Queer As Folk", a pesar de que muchos ahora renieguen de ella, (es que la estética noventera puede mucho), supuso un golpe de aire fresco. Por fin podíamos emocionarnos (y ponernos cachondos, qué coño) con las historias de sus protagonistas, identificarnos con sus amores sin tener que transformar el "chico conoce a chica" de la pantalla en "chico conoce a chico" porque REALMENTE el chico conocía a un chico. En la cola del súper, en una tienda de cómics, en un cuarto oscuro, en una gangbang... Cosas cotidianas de cualquier mariquita que se precie.


Todavía me acuerdo que, con la primera temporada, quedábamos varios amigos para ver el capítulo que habíamos descargado de la red conseguido de la manera más legal posible, e incluso nos agenciamos todas las canciones que sonaban en cada momento de cada temporada y hacer discos temáticos (dependiendo de si la música era más bien pop -entonces se etiquetaba con el nombre de la cafetería de Debby, Lyberty's, o del bar donde iban a tomarse la primera, Woody's- o puro house -Babylon, LA discoteca-)... Frikadas varias.

Pues bien. Todos nos quedamos un poco chof cuando acabó la serie. Y de qué manera. Pero no hay problemas, que todo se puede solucionar.

En los últimos meses, y viendo las cosas que me pasan y las que le pasan a los que tengo a mi alrededor, podría decirse que vivo/vivimos en la 6ª Temporada de "Q.A.F." Sí, será exagerar, pero si os contara sin tapujos, con pelos y fluidos, veríais que no voy tan desencaminado. Supongo que en cierta forma es porque, de un tiempo a esta parte, sin saber cómo (o sin ser yo nada de eso) hemos formado un grupo de gays con una cierta afinidad, casi familia. Con nuestra cuota hetero también, que los heteros son gente normal, como tú y como yo... Así que, una noche de farra, se nos cruzó el cable y empezamos a buscar similitudes con los personajes de esta serie.

Ahí va. (Evidentemente los nombres serán los de los de la serie, y, evidentemente, esto es una broma privada que sólo unos cuantos van a pillar):



Michael Novotny y Ben siguen juntos, sí, pero sin ningún Hunter a la vista. Ellos lo intentan, pero no, no se quedan embarazados, así que están pensando en ir a una clínica de fertilidad a ver qué les dicen sobre sus óvulos. Michael dejó su tienda de cómic, porque le cogía tanto cariño a cada uno de los tebeos después de leerlos que le era imposible venderlos, y así no se hace negocio. Ben sigue de profe sepsi-sepsi-sepsi, encandilando a sus alumnos.




Ted Schmidt se ha convertido en lo que siempre deseó: en un alter ego de Brian Kinney. Se ha especializado en el ligoteo y ha diversificado sus activos: perfiles en la mayor páginas de contactos, un estilo que deja muerto a más de uno y más de dos, conversación que hace que (literalmente) los tíos dejen caer sus pantalones al suelo y un nuevo poder mutante: no te acerques a menos de medio metro de él que caerás rendido a sus feromonas.



Emmett Honeycut ya no trabaja en una tienda de ropa, tampoco es actor porno. Ahora es un respetado miembro de la sociedad investigadora, con su bata, sus gafas y un toque nerd que le hace encantador a la par que irresistible. No ha perdido ni un ápice de su sentido del humor ni de su savoir faire, es más, lo ha refinado hasta llegar a altas cotas de ironía. Al final volvió con el jugador de rugby de la quinta temporada, un mostrenco con una mente para el delito y un cuerpo para el pecado, que... lamentablemente ha sido fichado por un equipo de un país norteño durante una temporada.




Brian Kinney. Las tornas se han vuelto y ha sentado la cabeza, hasta tal punto que, en ciertos momentos, se ha convertido en un pilar para el resto. Justin ni siquiera entró en su vida, porque acabó con otro chico similar, pero algo más centrado... Ahora está probando lo que es tener una relación a distancia y, a pesar de que le encanta saber que sigue teniendo éxito cuando sale, ni se plantea mover pieza.



Justin. Está en todo lo suyo. Qué coño, que los 20 años sólo se tienen una vez. Y, qué coño, que estando soltero no tienes por qué darle explicaciones a nadie. Es un fenómeno meteorológico, un huracán por donde pasa... que según mis últimas noticias, ha encontrado por fin a su "hombre del tiempo" que lo apacigue.



Debbie Novotny dejó el Lyberty's por amor a un peazo osako de caerse de espaldas, hizo las maletas, se fue a vivir con él y montó un restaurante de comida orgánica y productos de comercio justo que va viento en popa.




Y las bolleras, Mel y Lindsay, disfrutan de su nidito de amor en la capital de reino, donde Mel ha dejado su carrera como abogada, porque se ha dado cuenta que lo que de verdad es lo suyo es el cine. Lindsay se encarga de estar en contacto con el resto, demostrando que las nuevas tecnologías hacen muy facil que cientos de kilómetros desaparezcan de golpe.


Señoras, señores, por los buenos tiempos. Que espero que no sean también los viejos.



[Canción recomendada: Burnside Projet "Cue The Pulse To Begin"]

7




All 7 and we'll watch them fall
They stand in the way of love
And we will smoke them all
With an intellect and a savoir-faire

No one in the whole universe
Will ever compare
I am yours now and u are mine
And together we'll love through
All space and time, so don't cry
One day all 7 will die

All 7 and we'll watch them fall
They stand in the way of love
And we will smoke them all
With an intellect and a savoir-faire

No one in the whole universe
Will ever compare
I am yours now and u are mine
And together we'll love through
All space and time, so don't cry
One day all 7 will die

And I saw an angel come down unto me
In her hand she holds the very key
Words of compassion, words of peace
And in the distance an army's marching feet (1,2,3,4 - 1,2,3,4)
But behold, we will watch them fall

And we lay down on the sand of the sea
And before us animosity will stand and decree
That we speak not of love only blasphemy
And in the distance, 6 others will curse me
But that's alright, (that's alright)
4 I will watch them fall(1,2,3,4,5,6,7)

All 7 and we'll watch them fall
They stand in the way of love
And we will smoke them all
With an intellect and a savoir-faire
No one in the whole universe
Will ever compare
I am yours now and u are mine
And together we'll love through
All space and time, so don't cry
One day all 7 will die

[(Just how old)]

And we will see a plague and a river of blood
And every evil soul will surely die in spite of
Their 7 tears, but do not fear
4 in the distance, 12 souls from now
U and me will still be here - we will still be here

There will be a new city with streets of gold
The young so educated they never grow old
And a, there will be no death 4 with every breath
The voice of many colors sings a song
That's so bold
Sing it while we watch them fall

All 7 and we'll watch them fall
They stand in the way of love
And we will smoke them all
With an intellect and a savoir-faire
No one in the whole universe
Will ever compare
I am yours now and u are mine
And together we'll love through
All space and time, so don't cry
One day all 7 will die

[(Just how old)]
[(Just how old)]





[Canción recomendada: Prince & The N.P.G. "7" ]

Marica tú



"_Odio la palabra GAY. Cuando la utilizan los heteros es como un eufemismo, y cuando la usamos nosotros es como si nos creyéramos parte de una élite superior. Prefiero la palabra MARICA, es más castiza. O Maricón.
_Maricón…¿te da tiempo a echar otro?"


Si ya de por sí la portada del libro con ese título, "Marica Tú" te llega muy dentro, cuando te pones a leer la contraportada y ves un extracto de un diálogo con la parrafada de ahí arriba, te engancha totalmente y terminas pagando los leuros que cuesta. Bien pagados, todo sea dicho. Un cómic.

Un cómic gay. Un cómic gay que no tiene nada que ver con Ralf König, ni con Jiraiya, así que no va a haber alemanes lederones que hagan punto de cruz y canten ópera mientras se quieren follar al turco de turno, ni unos japos enooooorme con pollones enooooormes y músculos enooooormes que quieren copular enoooooooooooormemente. Que no digo yo que no disfrute con estos dos, al revés, mancantan.

Pero está bien variar de vez en cuando.
Para empezar, que el guión es de Julián Almazán, y el que lleve un poco dando vueltas por la red, sabrá que fue el creador de ese pedazo de monstruo que llegó a ser LaMesaCamilla: un referente de la cultura pop de este país, que supo parar a tiempo antes de que se saliera de madre y perdiera fuelle (cosa de la que habríamos debido aprender más de uno y más de dos, todo sea dicho.)

Y para seguir, que huye bastante de los tópicos. Sí, sale Madonna, sale Kylie y salen las peripecias amorosas de un chico al que, quien le pille de fuera, parecerá que le da lo mismo 8 que 80, mientras tenga algo caliente que llevarse a la cama.


Parte de los estereotipos son ciertos, sino no serían tan comunes, pero lo bueno de este cómic es cómo están presentados. No sé si a eso ayuda que los autores sean gays, pero sí que hay una mayor sinceridad en la puesta en escena y en contar cosas que a todos nos han pasado.


Un libro que me refuerza en la idea de que heteros y homos NO SOMOS IGUALES, pero tenemos el mismo derecho a equivocarnos y a disfrutar del mismo nivel de libertad.

Al final no hay tantas diferencias: todos queremos nuestro final feliz. Melrose Place mediante.



[Canción recomendada: Kylie Minogue "Better The Devil You Know"]



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}