21 días después


Bueno.

Se acabaron las vacaciones. Y lo de estar mano sobre mano. Ahora no queda más remedio que volver a trabajar. Y ayer fue el primer día, día que a pesar de ser tan horrible (lo de enterrar a esos días de permiso que tienes para desconectar debería dar derecho a un paréntesis para sufrir tu pena) con eso de que estaba cayendo algo parecido al diluvio universal, el holding sueco por antonomasia estaba bastante tranquilo. Como la tempestad que precede la calma, que el día 9 de octubre va a ser lo más parecido al desembarco de Normandía. Y no miro a ninguna comunidad, ¿eh?

En fin. Es hora de repasar aquella lista de propósitos que me puse para mis jolideys:

1º _Rasking the balls a dos manos. Lo de rascarme los huevecilios ha sido plenamente realizado. Y no veas lo satisfactorio que es lo de no hacer nada porque sí. Aunque puede llegar a ser taaaaan agotador...

2º _ Organizar la despensa y el trastero de nuestro nuevo hogar. SÍÍÍÍ. Al final pude con el desorden. Si bien la despensa fue fulminada la primera semana, la habitación que estaba okupada por cajas y cajas no se desenredó hasta el domingo, aprovechando que no había manera humana de salir de casa sin convertirte en una sopa humana.

3º_ Actualizar el currículum, ir a recoger el título de la carrera, meterme en la bolsa de trabajo… ¿oposiciones? Asignatura pendiente. Pero juro que no volveré a pasar hambre que antes de que acabe esta semana (vamos, mañana que libro) el asunto se queda zanjado.

4º_ Quedar a tomar café con los amigos. Con mi Juani, quedé, y de eso dejé constancia. Para quien sea un escéptico, comentar que mi Juani existe. Es real, y las cosas que le han pasado también. Evidentemente el nombre está cambiado, pero ella es de carne y hueso y no hay ni un ápice de inventiva en los sucesos. Como para no decirle que abra un blog pero ya...

5º_ Ir a la playa. Vale. Fue sólo un día. Pero con eso me conformo. Ahí, espatarrao, con las vergüenzas al aire, tirado en la arena... Snif, snif, yo quiero más.

6º_ Un viajecito a la Pérfida Albión. Seis días y cinco noches, con un tiempo espléndido, visitando museos, pateando calles y mercados y poniéndonos hasta el culo de pintas de cerveza con los amigos que hay por allí... Hay una serie de posts pendientes a dos manos, pero a ver si Shepperdsen pilla la indirecta y nos ponemos...

7º_ Casar a una amiga. El sábado pasado. Boda civil con todo el pijerío de Murcia cuando ellos dos son de lo más normalito que te puedes echar en cara. La verdad es que me daba bastante palo, porque era con la gente con la que empecé Derecho... Se resume en que muchas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos los prejuicios, porque no me arrepiento de nada el haber ido, haber compartido ese momento con los dos y volver a ver a mi grupillo de gente (casi dos años sin vernos) y a otros compañeros de carrera, jatetú, que se acordaban de mí y hacía casi diez años que no nos veíamos.

8º_ Ayudar a unos amigos con la mudanza. Ahí no tengo nada que ver, que si no les han dado todavía la llave, no es culpa mía.

9º_ Perder algo de peso. JA-JA-JA. El que había perdido hacía unos meses ha vuelto correteando alegremente, cual cachorrillo de perro de aguas, a la lorza de la que salió, como quien vuelve al hogar. Malamente, malamente...

10º_ Actualizar más asiduamente el puto blog. Pues en esas estamos, a ver si me/nos quitamos de encima el resumen vacacional y vuelvo por mis fueros.



Como siempre, da tiempo para cosas, pero no para todo lo previsto... Como en Año Nuevo, que nunca hay tiempo para perder peso, apuntarse al gimansio, dejar de fumar...


[Canción recomendada: Natalie Imbruglia "Want"]

Micropost (XLVII): Aprende con...

A la espera de que Timofónica compre más i-Phone y pueda ser una petarda más conectada tuenty-for-ahuers a la red, no está de más saber para qué sirve un teléfono móvil...








[Canción recomendada: Mastretta & Ajo "Me cuelgas el teléfono"]

La vuelta al cole (y IV)



Si no tenía bastante ya con ser la vedette, la vedette, la vedette de un teatro de revistaaaaaa de un bar gay, el fin de fiestas el ocurrió ayer.

Por la tarde, después de la siesta, llaman a su puerta y al ir a abrirla se encuentra a un tio de rodillas, con barba de chivo, vestido de negro, con los brazos llenos de tatuajes y una cadena de plata enoooorme alrededor del cuello. El primo gemelo del cantante de
Sôber resultó ser un chaval que conoció cuando era una cría de ocho años.

Se fue de crucero con sus padres y una noche hubo cena de gala en el barco. Por similitudes (y porque las mesas eran de seis comensales) los colocaron con otro matrimonio catalán y su hijo de 9 años. Desde ese momento, mi Juani y el prepúber se hicieron inseparables, corriendo de punta a punta del barco hasta que finalizó el viaje. Se intercambiaron direcciones y estuvieron unos años mandándose cartas, hasta que llegaron a la edad del pavo. Las cosas, aunque en esencia son las mismas, han cambiado un poco. Mi Juani, de una pequeñaja escuálida y con aparato ha pasado a ser una femme fatale (a la vista de los últimos acontecimientos) aficionada a la copla española y éste pollo, de un mocoso con gafas de culo de vaso y flequillo rebelde a un afamado tatuador de Barcelona...


De estas casualidades de la vida que el chaval en cuestión tiene una muestra de tatuajes en Almería y se acordó de la dirección de la casa, así que se desvió un poco, compró unas flores y fue en búsqueda de mi Juani.


La estampa hace que por poco se caiga de espaldas de la impresión, pero como ella es como es, le dio por reírse y no le dio más importancia a las flores. Eso sí, me ha comentado que nada más que de pensar el verse casada con él (que cuando vio el ramo creía que la pedían en matrimonio), se imaginaba unos churumbeles que cantarían heavy en clave de flamenco.


...Cariño, te he sacado de la secadora tu camiseta de Iron Maiden, que voy a meter mi traje de faralaes que no llego a la Feria de Abril...





[Canción recomendada: Kiko Veneno "En un Mercedes blanco"]

La vuelta al cole (III)



En la entrada anterior, dejamos a la protagonista de esta serie de posts recibiendo una llamada de un notario...

Notario que le revelaba que formaba parte de los destinatarios de la herencia de su
tío Faustino, el cual había fallecido de manera repentina.

Recordemos, el
tío Faustino era oriundo de Alcanfor de las Infantas y se había convertido en todo un personaje, saliendo de marcha todos los fines de semana, medio ciego por culpa de su profesión, vestido como un pantón y con la tita Maruja siguiéndole los pasos, con su prótesis cadérica, para que la fresca del pueblo no le levantara tamaña joyica de hombre.

Pues al final, el tío Faustino pasó a mejor vida, y de la mejor manera posible. La guarrilla del pueblo, La Charito, consiguió por fin llevárselo al huerto (vale, a la pensión del pueblo) y, tras pagar lo acordado, se pusieron manos a la obra. Lo que pasa es que el pobre era joven de espíritu, pero como que de mecanismo andaba algo apurado, que la última ITV la pasó de milagro.

El Sr. Notario le anunció que ahora, después de leerse la última voluntad de su pariente, era la flamante dueña de un local nocturno de ambiente gay en el pueblo vecino, V
illanueva del Fartons... Vamos, un bar de mariconeo, con su bola de discoteca, su cuarto oscuro y su Mónica Naranjo graznitando por los altavoces.

¿Que qué hacía el
tío Faustino siendo dueño de la versión cañí de "La Ostra Azul"? Así se ha quedado mi Juani, con la mosca detrás de la oreja. O aquí el caballero tenía una doble vida o tenía más vista en los negocios que la que gastaba en la vida real, porque otra cosa no, pero hay que ver lo que gastan los blanditos en irse de marcha... Nada más que imaginándoselo yendo a recoger la caja de cada noche, renqueando y esquivando musculocas que salen del bar. O a la titaMaruja limpiando con lejía el cuarto oscuro...

Al final le ha visto hasta el punto gracioso. Ella siempre quiso ser desde pequeña una madame de burdel, una odalisca tipo
Marlene Dietrich en las pelis del Far West; aunque no está de más ser una mariliendres estilo Debbie Novotny...



[Canción recomendada: Electric Six "Gay Bar"]

La vuelta al cole (II)




Pero no todo han sido Calasparras. Que también hay que bregar con otras cosas. Ha sido volver a la oficina y tener que aguantar a su compañera de trabajo.

Fuensanta Dolores Encarnación de Los PeligrosLa Santi para los amigos. Una Choni con sus mechas rubias y sus raíces negras, a juego con las cejas. Esa que fumaba en el colegio y mascaba chicle a la vez, que se dejó encalomar por el hijo de La Trini, que tenía una Rieju, y que ahora es el padre de sus tres churumbelas.

Pues bien. Si mi Juani va y me cuenta a mí cómo le ha ido el verano, La Santi se lo relata con pelos y señales a mi querida amiga. Con perlas del tipo “anoche mi Pepe me comió el coño en la bañera, no veas lo que me duelen los riñones de estar así, con toda la seta p’arriba, pa que llegara bien…” Ni que decir tiene que sabiendo que La Santi es rubia avión, esto es, que tiene la caja negra, como para imaginarse al palurdo de su santo varón alicatándole los bajos mientras ella contempla las placas de escayola del techo, haciendo malabarismos con la pelvis, intentando no caerse… vamos, que se te corta la leche (con perdón) del café.

Por supuesto que no sólo se ha dedicado estas vacaciones a que le hicieran un buen cunnilingus, sino que también se han ido a hacer turismo.

Ok. Antes que nada, decir que mi Juani no vive en Murcia (qué hermosa eres) capital, sino que de un pueblo cercano a Alcanfor de Las Infantas, al límite de Albacete. Pues bien, La Santi consiguió un ofertón total de última hora en Cartagena. Allí que se llevó a su Pepe, a su Estefanía, su Brenda y su Marivicky para darse un homenaje vacacional. Fue llegar al hotel, subir a la habitación y bajar en diez minutos con los bañadores, las gorras, la crema protectora, la nevera, toallas, hamacas, sombrilla, el flotador de La Brenda, los manguitos de La Marivicky y la colchoneta de La Estefanía; directos a recepción a preguntarle que por dónde se iba a la playa. El pobre recepcionista se quedó a cuadros escoceses y, amablemente les indicó que sí, que había playa cerca, pero que tendrían que irse en coche hacia La Manga, por ejemplo, que aunque Cartagena tuviera puerto y tal, como que las playas estaban algo retiraditas…

La Santi contándoselo, incrédula a mi amiga, y aquí mi Juani pegándose pellizcos en los muslos para no reírse en su cara.

Si cuando parece que ya no te sorprende nada, siempre hay alguien que hace una triple pirueta mortal.



Pero en esto que mi niña recibió una llamada de un notario…


[Canción recomendada: Puturrú de Fuá “No te olvides la toalla”]

La vuelta al cole (I)



Lo bueno de que vaya llegando el final del verano (...y túúúúú, tú partiráááás...) es que la gente va volviendo a sus hogares, retomando las rutinas del día a día.

Ayer tarde pude quedar con mi
Juani, después de tanto tiempo. Nuestra amistad es algo intermitente, como el Guadiana, pero ahí está siempre. El problema es que no quedamos tanto como quisiéramos, pero para eso está el móvil y los sms. Que siempre tiene algo interesante que contarse, como la historia de su tío Faustino o la boda canomori de su primo.

Este verano mi
Juani estuvo en la costa, descansando a medias. Lo de "a medias" lo digo porque ella, que es así de buena, casi una oenegé, le echó una mano a un amigo que tiene una cafetería. La pobre, con esto de la crisis y la hipoteca, pensaría que ganarse unos eurillos de más nunca vienen mal. Lo que no sabía es lo que le iba a pasar, y que compensaría lo de tener vacaciones a media jornada.


El amigo en cuestión tiene una cafetería que abre a media tarde y nunca se sabe a qué hora cierra, así que mi
Juani se encarga de dejarle medio adecentado el local por las mañanas. Limpiar las mesas, recoger lo que haya por allí tirado (sin imaginar qué pueda haber pasado en los baños o en ese rincón "íntimo" del final de la barra) y recepcionar la mercancía.

Ahí está el quid. Dicho sea de paso que mi
Juani es una mujer de bandera. Nada de una belleza anoréxica tipo "maniquí del Bershka", no. Es una mujer española (de ésas que cuando besan, besan de verdad), con sus curvas bien puestas, donde ni falta ni sobra de nada. Y sin llegar a ser beata, tampoco es una "mujer de vida alegre"; vamos, lo que se dice un putón verbenero, como que no.

Pero cari, una tiene sus necesidades, y si se te presenta un
Calasparra, como para decirle que no.

(¿Que qué es un Calasparra? Un Calasparra, tal y como me explicó mi Juani, es la clasificación que tiene un amigo sobre los tíos. Viene a ser algo similar a un cruce entre Gerard Butler, Leo Gamiani y Sergi López. Un bestiaco. Un hombretón que va exhudando morbo por los poros de su piel. Un "ven p'acá y ponme mirando para Benejúzar",que te da igual que acabes de llegar de la peluquería y te vaya a destrozar el Arriba España restregándote por el suelo como un mochofregona...)


Recapitulemos... Dejamos a nuestra protagonista colocando servilletas en los dispensadores cuando llegó un buenmozo encargado de traerle los barriles de cerveza
(no como el butanero, sino en una carretilla) y las cajas de la chispa de la vida. Un hombretón moreno, con su pelico en el pecho, sus ojos negros y cabello azabache. Un prototipo español sin adulterar por el estereotipo del metrosexual, a pesar de lo cual conocía el desodorante y la bonita costumbre de ducharse todos los días...

En esto que a mi
Juani se le infla la vena fresca que tiene, porque será buena, pero tonta como que no, y se dice "ésta es la mía". A la hora de entregarle el albarán, la resabiá se apoya en las cajas de Coca-cola de tal manera que tenía que agacharse un poco. Lo justo y necesario para dejar entrever un canalillo 100% natural. El chaval en cuestión, como que sucumbió a sus encantos y terminó mirando a esa zona que, obviamente, no era el albarán. La fresca de mi Juani coge, lo mira y con el dedo le levanta un poco la cabeza a la vez que le dice "mejor mírame a los ojos"... El chaval, se incorpora, se mete el dedo en la boca, lo chupetea y la termina empotrando debajo de la diana de dardos. La pobre se volvió loca y no paró de encender y apagar luces a la vez que sonaba alguna melodía. La diana, no mi Juani, ya que la cosa no llegó a más...

...porque tenía la
fragoneta de reparto aparcada en doble fila y alguna malfollá pegó una pitorrada para que la quitaran y el pobre hombre tuvo que salir por patas a seguir con su trabajo.

Ni que decir tiene que lo que quedó de verano, la cabrita de mi
Juani dejaba todos los días dos barriles de cerveza ocupando un hueco para que no se jodiera un buen polvo por el problema del aparcamiento público.



...Las hay con suerte...



[Canción recomendada: Leopardo No Viaja "El butanero"]

21 días


Desde hoy y durante tres semanas, estoy de vacaciones. Y esto es como los propósitos de Año Nuevo: cuando comienzas, enumeras una serie de planes que luego, con suerte, haces la mitad si acaso. Así que, aquí los dejo puestos, como una especie de estudio sociológico de zapatillas de felpa, para ver, dentro de 21 días, lo que de verdad he hecho y los que ni siquiera se han plasmado ni en teoría.

Y los dejo aquí para que me metáis caña, masoquista-exhibicionista que es uno:

1º _Rasking the balls a dos manos, que para eso están los días de asueto. (Creo que el punto número 1 lo llevo bastante bien, no necesito manual de instrucciones.)

2º _ Organizar la despensa y el trastero de nuestro nuevo hogar. (Sacar la Bree Van De Kamp que tengo dentro y ver cómo coño puedo maximizar el espacio de ambos rincones, que el Sr. HM estará ya un poquito harto de dormir en la habitación de invitados rodeado de cajas.)

3º_ Actualizar el currículum, ir a recoger el título de la carrera, meterme en la bolsa de trabajo… ¿oposiciones? (Ver si hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de tener vida laboral más allá de los colores azul y amarillo.)

4º_ Quedar a tomar café con los amigos que van volviendo de sus vacaciones por dos razones: para joderles diciéndoles que el que ahora está libre soy yo (tocotó) y para que me pongan al día, que mi Juani me llamó ayer loca perdía diciéndome que tiene novedades que contar.

5º_ Ir a la playa, alguna tarde, un ratillo, para poner mi cuerpo fluorescente en contacto con el sol y coger ALGO de color, que va a estar difícil. (Ayer ya hubo un conato de, con mis vergüenzas al aire, pero creo que no va a ser suficiente, porque no se me distinguía encima del blancor de las rocas, ejem.)

6º_ Un viajecito a la Pérfida Albión. (No queda más remedio, -qué sacrificio-, que está el billete y el hotel pagado; excusa más que perfecta para ver a unos amigos y perderme en el British. Sí, soy la rancia de los dos en la pareja.)

7º_ Casar a una amiga. Vamos, ir a su boda. (Que a mí lo de ir de negro me mola, pero el alzacuellos no es que sea uno de mis complementos favoritos.) Y por la noche irme de cartagineses y romanos, si el cuerpo aguanta, para meterle la mano por debajo del faldetín a un hondero balear y tocarle los pendientes reales. Con eso de que no llevan ropa interior, empiezo a valorar realmente las fiestas regionales.

8º_ Ayudar a unos amigos con la mudanza. Pero para eso no necesito estar de vacances, que yo me presto para lo que sea. Eso sí, nada de bricolaje, que ahí siguen las dos lamparitas de mesa muertas de risa para que les cambie el interruptor.

9º_ Perder algo de peso, o por lo menos, siendo realista, no coger más del que ya tengo. Que me está costando esta vez, oiga. Creo que volver a estar malo del estómago sería una solución. Asquerosa, pero solución al fin y al cabo.

10º_ Actualizar más asiduamente el puto blog. Y ahora no tengo excusa.

En 21 días las soluciones.


[Canción recomendada: Luis Aguilé “ Nadie me quita mis vacaciones en Castellón”]



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}