Hoy vamos a ponernos algo culturetas, que ya está bien con meterme con el respetable y con cantantes de plástico (y eso que tenía una preparada contra la Rubiahijadeputa que iba a ser la caña.)
Hay gente de todo tipo. A mí, por ejemplo, me parece una barbaridad gastarme 70-80 euros en unas sandalias que en el Merskha-do de La Flama puedo conseguir por 15. Pero si me tengo que gastar 50 euros en un libro de arte, no me duele tanto. Eso fue lo que me costó un tomo recopilatorio de mitología, bastante completito, que no se reduce a los consabidos mitos griegos, romanos y egipcios; sino que incluye también mitología celta, nórdica, africana, americana e hindú… incluso hay algo de la cultura de Oceanía…
A lo que iba. Leyendo sobre la mitología clásica, te das cuenta que, al igual que muchos cuentos, sabes de la misa la mitad. Sobre todo me ha impresionado cómo se ha desarrollado la historia de varios personajes femeninos bastante conocidos. Empezamos:

_Medea:
Ésta pasará a la Historia por haberse cargado a sus hijos, para hacerle daño a su marido. No es que la excuse, pero la pobre fue engañada por Jasón para apoderarse del vellocino de oro. El maromo en cuestión la convence, utiliza sus habilidades como hechicera traicionando a la diosa Hécate de la que era sacerdotisa. Salen por patas de Ea, y para que el rey no los pille, Medea coge a su hermano, lo mata y descuartiza, esparciendo sus trozos por el mar, teniendo al ejército de su padre entretenido jugando al "recoge y pega". Con el tiempo, Jasón repudia a Medea por extranjera, para poder casarse con Glauce, la hija de Creonte, rey de Corinto… vamos, que la pobre más bien, parecía un sicario a las órdenes de su marido, quitándole de en medio cualquier persona que le fuese un obstáculo y así le paga…

_Penélope:
No, la Cruz no, más bien la de la canción de Serrat. Su marido (Odyseo o Ulises, como prefieras) se larga a la guerra de Troya, que dura diez años; y otros tantos más que le cuesta al maromo volver de comprar tabaco… total, porque cegó al cíclope Polifemo, va Poseidón y se rebota. Está claro que estos dioses no aceptan una bromilla de nada. Pues bien, mientras ella teje que te teje con las piernas cerradas; espera que te espera, quitándose a pretendientes de encima (que digo yo que alguno estaría bien y la pobre Pe también tendría sus necesidades, jatetú); su marido se amanceba en el viaje no una, sino dos veces: con la hechicera Circe, quedándose el tiempo suficiente para darle tres hijos (yaaaa, que le borró la memoria… ¿la versión clásica del “cariño, esto no es lo que parece”?); y con la ninfa Calipso. Y Penélope persiste como sinónimo de fidelidad: el ejemplo de gilipollas en grado sumo, diría yo.

_Ariadna:
Todo el mundo conoce el mito del Laberinto del Minotauro, y de cómo Teseo salió de él gracias a un ovillo de hilo que le dio Ariadna, para poder desandar el camino. Aquí yo entiendo que, si la hija del rey se encapricha contigo y te da a elegir entre que te coma el bicharraco con cuernos o casarte con ella, ¿quién diría que no? (Algunos se habrían tirado a las fauces del Minotauro antes que al sagrado vínculo del matrimonio..) No sabemos si la tal Ariadna era un feto malayo o qué, pero en el menor descuido, Teseo, la abandonó en una isla, al salir de Creta. Me veo la imagen: ella con incontinencia... “querido, aquí al lado hay un islote ideaaaaaal para hacer mis necesidades; ¿paras el cayuco cinco minutos?” El típico caso de abandono veraniego de mascota en gasolinera.
Lo bueno para ella es que Dionisos (o Baco) pasaba por allí, la vio, se enamoró, se casó con ella y la convirtió en diosa; todo en uno. Evidentemente, no sabemos qué grado de alcohol en sangre llevaba el dios del vino…
Pd: Los cuadros son de John W. Waterhouse, uno de los representantes del Prerrafaelismo, por si a alguien le interesa.
[Canción recomendada: Can 7 "Cruisin’"]