Año 300 d C.
Kaldi, un humilde cabrero etíope sacó a pastar, como siempre a su rebaño. Al ir a recogerlas, se dio cuenta que faltaban algunas de sus cabras y tras buscarlas las encontró tras unas piedras cerca de unos matorrales. Las dos fugitivas estaban más animadas que de costumbre, con una energía que no era normal a esas alturas de la jornada.
Al día siguiente, algo escamado, las volvió a llevar por la misma zona y trato de seguir la ruta de las cabras díscolas. Tanto ellas dos como otras más del rebaño fueron a comer de las ramas de un arbusto que crecía en la zona. Un arbusto con unas bayas rojas. El pastor supuso que de ellas vendría la vitalidad de su rebaño, así que también las probó para ver qué efectos producían en él. Al poco tiempo notaba como desaparecía su cansancio y apenas tenía sueño. Una sensación de euforia le inundaba.
Kaldi se acercó al monasterio que había en la zona y le comentó su hallazgo a los monjes, quienes empezaron a consumir las frutas rojas para poder mantenerse despiertos en las oraciones nocturnas. Con el tiempo descubrieron que las bayas se podían tostar y elaborar una bebida a partir de ellos.
Así cuenta la leyenda que nació el café.
Año 2009 d C.
Desde hace diez días, el que suscribe ha tenido que dejar de beber café, porque, el que suscribe, no fue picado por la medusa del amor, sino que recibió la visita del virus del estómago que derivó en un beso de tornillo con el Sr. Roca y la idea de salir de gira (por Soria) con un circo al convertirse en un aspersor humano. Entre eso y la mujer barbuda, se iban a rifar las entradas…
El que suscribe ha tenido que prescindir del café, la única droga que lo mantenía, y, a día de hoy, por mucho que le duela a George Clooney y a su Nespreso, no echa en falta los efectos que conlleva la ingesta de tan social bebida.
¿Será que el haber tomado en los últimos 16 años una media de 3-4 cafés diarios me ha terminado transformando en una reserva humana de cafeína?
[Canción recomenda: Police “Coffe Song”]
17 Aeroguatutadas:
Ahora se entiende mejor el comentario del Sr MM en la anterior entrada.
Que te mejores ;)
Jajajajaja... Si es que casi me he visto en la obligación de aclararlo. No veas lo que es ir a una fiesta el día del Bando sin poder probar nada de alcohol ni de comida. Con mi vaso de agua y mi bocadillo de queso blanco y pechuga de pavo...
http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/c003.htm
¡Ponerte por la pata abajo en fiesta!¡Ya te vale!
(esta también es mi especialidad:me soliarizo)
Si es lo mío. Mi cuerpo huele fiesta o finde que no me toca currar y elige entre el elenco de dolencias que existen...
¡¡¡¡¡Tú sin café!!!!, bueno espero que no te pongas de mal café, digo de mala leche pal café, digo que no te quede un sabor amargo como el café,puf bueno eso que espero que no afecte mucho; jeje.
Un abrazo.
P.D.: Verificación de la palabra ratiedis (¿rata en latín?, ¿sabía tu blog que el que escribía era yo?, ¿una indirecta por el rabo?, cuanta duda...)
Sí, veo que te está afectando has puesto "El que suscribe a tenido" SIN HACHE!!!! Muerte y Destrucción!
Yo el día que no pueda tomar café tendré que tomar alguna otra sustancia.
Miedo me doy.
Por cierto, ya que este es tu blog, espero que me des la información necesaria para saber por donde tengo que pasar a recoger el Audi A3 Cabrío que me acaba de tocar por entrar aquí.
Verificación de la palabra:
rimpicie
Digno de estudio.
Tres o cuatro cafés diarios: diosmío!, no sé cómo no tienes síndrome de abstinencia...
Siempre te puedes cambiar a la cocacola!
*Negro-Envenenao: Lo raro es que no NECESITE tomarme un café. Lo de la leche y/o mal café, eso sabes que es cosustancial a mi naturaleza.
*Crawlertls: Gensán, ya ha sido corregido. Un lapsus que se deberá a mi falta de cafeína, digo yo...
*Mr. Celofán: Yo por ahora no he encontrado otra que merezca realmente la pena.
Por cier, el coche lo he mandado al desguace, ya que tardaste mucho en reclamarlo...
*Peritoni: Lo he sufrido otras veces. Una historia muy larga, pero una amiga y yo estuvimos a punto de matar a nuestros respectivos cuando nos fuimos un finde y dijeron que se habían olvidado el café.
*Bosco: Ya, pero no es lo mismo. Ese olorcillo, esa condensación de energía, esa espumilla, el amargor en la boca... Pensándolo bien, me voy a hacer una cafetera.
Hace siglos ke me lo dejé yo porke me trastornaba los nervios y el estómago. Y tan ricamente, oiga.
Yo tomo cantidades industriales de café... pero cuando no lo tomo, no lo echo de menos... creo que mi organismo es tan nervioso, que rebasa con mucho el nerviosismo que puede provocar el café.
*Murciana Marrana: Yo es que es mi única droga. Ni un maldito cigarro. Lo raro es que no lo estoy echando de menos. Aunque claro, el día que lo huela, ya se habrá acabado esta sequía.
*hm: Estoy pensando que a mí me pasa algo parecido. Lo único que noto es que ya no me subo por las paredes. Mi grado de nerviosismo es alto, pero es que antes era MUY ALTO.
Mi grado de nerviosismo últimamente depende de a quien esté mirando.
Y hasta aquí puede leer.
Yo no puedo tomar café... y el red bull ni mirarlo.
Mis nervios me lo impiden, porque puedo acabar como el hombre araña, enganchao a alguna pared, lámpara o similar.
Ya decía yo que siempre que quedábamos los dos a tomar un café, como que no te veía tomar café...
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