Mutaciones secundarias

Cuando Grant Morrison fue fichado por Marvel para guionizar a la Patrulla-X se propuso revitalizar la franquicia, con la intención de volver a contar las mismas historias pero con un nuevo punto. Así apareció la Escuela de Jóvenes Talentos llena de estudiantes, el enésimo enfrentamiento con Magneto, la segunda muerte de Jean Grey (que nadie nos creímos, pero ahí sigue, bien muerta) dejando a Cíclope en los brazos de la Reina Blanca…

También desarrolló en varios personajes la teoría de las “mutaciones secundarias”, una especie de escalón evolutivo, una versión 2.0 de los poderes que cada uno de los Hijos del Átomo había sufrido anteriormente. No es que hiciera evolucionar a todos los mutis, sino que de se dio en unos pocos elegidos. ¿Relación con ser o no un mutante de clase alfa? Ni zorra.

Pero a partir de esa idea vimos cómo Emma Frost podía cantar aquello de “Diamonds are best friend “, pasando de ser de carne y hueso a una forma predominantemente de grafito. O el caso de la Bestia, que ha ido sufriendo una evolución, pasando de “tiarrón patoso” a “gorila peludo” y luego a “soy la Bestia de la Disney”, lo que le agrió algo el carácter y le dio por lanzar discursos shakesperianos. Menos mal que llegó el Agente Brand y le dijo al oído “perdona, ¿eres Peibols? ¿eres tú mi peluchito?” que le dio pie, digo zarpa, para un apareamiento muy cercano al bestialismo.

Pues bien, todos sabéis que esta página es algo freaky, y algo gayer. Así que como primera mutación de todo maricong es evidente que estaría el hecho de saber combinar colores o identificar si una canción de la enana australiana será elegida como oficial en su próximo disco o como cara-b de algún single. (Lo del gaydar no cuenta, porque son como las redes de Spiderman, un accesorio. Imprescindible, pero accesorio.) Así que la tómbola te toca con la mutación secundaria.

El finde pasado estuve en la capi en casa de Crawlertls y Jota de Navarra, y aprovechamos el domingo para salir a dar una vuelta por las tiendas. Ese triángulo de perdición que hay cerca de Preciados: que si H(omosexual) & M(aricón), que si la Fenac, que si Fhreska… Pero al igual que pensamos nosotros lo hizo España y parte del extranjero. Crawlertls repitió varias veces su trillada teoría de la eugenesia (una matanza selectiva que nos haría un mundo más holgado y lleno sólo de tiarrones buenos y disponibles) y la necesidad de tener una mutación secundaria capaz de hacer estallar al personal. Lo de que desaparecieran de golpe a la Zona Negativa, implosionaran o se conviertieran en lo más parecido a un saco de despiece humano, era opcional…

Claro está que lo que uno desea y lo que se le concede son dos cosas diferentes. Aquí mi menda lerenda la mutación secundaria que tiene es poder llevar dos o tres conversaciones a la vez (y el cabrito de Julio César ya me quitó la exclusiva hace unos cuantos siglos) y mi querido amigo es un pequeño agujero negro de cobertura en cuanto a telefonía móvil se trata. Vamos, algo así como Micah de “Héroes” y Kitty Pride pero sin necesidad de atravesar ningún aparato.

Hay que joderse.

[Canción recomendada: Kish Mauve “Lose Control”]