Otro ejemplo de que Lisboa está rara fue que, yendo de camino al centro, Mi Santo me paró en una joyería zarrapastrosa. Pero no por que fuera cutre, sino porque sería el Shangri-La de cualquier Jennifer de Los Dolores: tanto dorado, tanto barroquismo… Lo que le llamó la atención fue lo que había en el mostrador. Un pájaro (ésa cosa blanca que se ve a la derecha de la foto.)
Pero no de mentira. No una escultura de mal gusto hecha de cristal de roca. Ni tampoco una cacatúa disecada. Era un bicharraco de dos patas vivito y coleando encima del mostrador. Con su papel de periódico para no manchar con las cacas el cristal y con una pata atada a un peso de una balanza antigua, para que no saliera volando al cardado de ninguna clienta.
Claro está que, cuando fuimos a la tienda Diesel y vimos que en un móvil gigante de cristal había una paloma viendo la vida pasar, ya no sabemos si es que es lo normal entre el gremio de comerciantes lisboetas… Ahora, no sé yo cómo iban a defender que ésas manchas en la cazadora eran lo más en estampados en la temporada otoño-invierno.
Y hablando de mierdas, aquí el Café de Chiado:
Un lugar con encanto a cien metros del bullicio del gentío y de las cafeterías donde te clavan un ojo por una bica por ser turista y por tomártela donde lo hacía Pessoa. ¿Lo de la mierda? No tiene nada que ver con que el café estuviera en algún nivel de descomposición ni algo similir. La culpa la tiene Mi Santo. Entró al baño y cuando salió dijo “vámonos antes de que se den cuenta de que he atracando el desagüe.” (Te dije que lo iba a contar por el follón que me estuviste dando –tamaño, textura, color, remember?-)
Por la noche de cena con cuatro compañeros del laboratorio (un chico y tres chicas, bastante majos, la verdad) y a salir de fiesta por el Bairro Alto, a un bar minimalista-tamaño-de-bolsillo. Todo blanco fluorescente, con música electro-chill, las cervezas tiradas de precio y un baño en el sótano que parecía una sala de autopsias. Lo raro fue no encontrarse a algún fantasma o a uno de los de C.S.I.
Pd: Y mañana, Sintra, que me estoy haciendo muy pesao...
[Canción recomendada: Lily Allen “Guess Who Batman”]
9 Aeroguatutadas:
No se le puede gastar una broma. La verdad es que aquello estuvo a punto de ser una urgencia médica. Pero... ¿y lo agusto que me quedé...?
Al menos había papel,,, que en algunos sitios...
Entonces conociste a la mujer barbuda? la de los dichos?
jajajajaja, qué cagón!
Lo de los pájaros me parece un poco ajquerosito, ¿no?.
Ahhhhhh(suspir) Sintra qué bonito!
... no entiendo como después de todo esto... lo que le parece asquerosito es lo de los pobres pajaritos... XDXD... veo que su viaje e´stá siendo genial...qué envidia.
Eso está como enfrente del San Carlos ¿no?, me refiero al café.
Saludos
*Shepperdsen: No, no se me puede gastar una broma. Ya lo sabe usted, que no soy PARA NAAAAAAADA susceptible.
*La Nena: No, a la mujer barbuda no la conocí. Y al hombre con el tumor más grande que su propia cara que está por el Rosío, lo intentamos esquivar cada vez que podemos.
*Peritoni: Lo de los pájaros no tienen nombre. La paloma de Diesel se colaría la pobre, pero lo de la relojería creo que sorprendería a propios y extraños.
*HM: Necesitaba una semana así. Me ha venido muy bien.
*Gesualdo: Sí, está al lado, en la calle de encima, junto al teatro que hay más pequeño.
Lisboa siempre se merece un pequeño encuentro.
Para cenar un día tranquilo y con suerte escuchar unos fados me quedo con Sacramento, , en la Calçada do Sacramento 40
Enjoy
Ala.....Y yo recién cenao....
¿ Esos detalles escatológicos son pa ganar en audiencia?
*Bosco: Ale, apunto la recomendación para la próxima escapada.
*Murciana Marrana: Ya sabe usted que cuando se pone caca-culo-pedo-pis suben las visitas gracias a Google...
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