
El consolador, ese gran desconocido. Popular también como dildo, está descrito en el diccionario como "un objeto que hace de sustituto del pene para la penetración vaginal". Su etimología es una incógnita, pero se le dio esta denominación en el siglo XVI derivada de la palabra italiana italiana "diletto", “complacer”. Sin embargo, su uso es muy anterior: en la Antigua Grecia, las mujeres solteras usaban el "olisbos", un sustituto del pene hecho de madera lubricado con aceite de oliva; en Oriente Medio, usaban falos fabricados con boñiga seca de camello recubierta de una resina resistente.
El consolador moderno es el vibrador. Sin embargo este no aparece sino hasta que el uso de la electricidad se extendió a finales del siglo diecinueve. Curiosamente, su aparición original fue como instrumento médico, el cual se usó por casi 30 años. Los vibradores se usaron en la década de 1890, como cura a la "epidemia" de histeria entre las mujeres occidentales. Los síntomas de esta enfermedad, que en el pasado los médicos griegos describieron como el "útero ardiente", fueron múltiples, hasta el punto que cualquier forma de comportamiento extraño en las mujeres se consideraba histeria. La ansiedad, irritabilidad, fantasías sexuales o una "excesiva lubricación vaginal" se consideraban los primeros síntomas de la enfermedad, centrando su origen en la frustación sexual femenina. Durante el siglo diecinueve a las mujeres que sufrían de histeria los médicos les masajeaban el clítoris hasta producirles un "paroxismo histérico", que no era otra cosa que un orgasmo.

Pero con el tiempo, esta práctica médica se volvió tediosa y el médico británico Joseph Mortimer Granville patentó un aparato electromecánico, de forma fálica como instrumento terapéutico para efectuar el "masaje pélvico" en forma más fácil, rápida y limpia. Naturalmente, el masaje pélvico no curaba la histeria, y las pacientes tenían que recibir tratamiento médico periódico. No había que hacer mucho esfuerzo para pensar que en la época victoriana las mujeres iban al médico paraa obtener el placer que no recibían en casa y que esta práctica se consideraba socialmente aceptable. Este comportamiento se explicaba por la asunción del "modelo androcéntrico de la sexualidad", que consideraba que el sexo era exclusivamente para la penetración y eyaculación masculina. Puesto que el uso del vibrador era sobre el clítoris y externo a la vagina, se concluía que no había contacto sexual y que el procedimiento era puramente médico. Aunque parezca extraño, causaba más controversia que el uso del vibrador, la introducción del especulo y muchos años después el uso del tampón.
En un libro de 1883 titulado "Salud para Mujeres", su autor recomendaba los nuevos vibradores para tratar la "hiperemia pélvica" o congestión de los genitales. Los vibradores funcionaban con electricidad, batería, pedal, turbina de agua, aire a presión o motor de gas, con velocidades que iban desde 1000 a 7000 pulsaciones por minuto y su precio, en 1904, variaba entre quince y doscientos dólares según el modelo. Algunos de los primeros modelos fueron escandalosamente caros, como fue el caso del "Chattanooga" que se vendía por doscientos dólares al final del siglo diecinueve. Sin embargo, en 1905 los vibradores ya eran más pequeños y económicos e incluían varios accesorios para otros usos domésticos, como la batidora. De hecho, el vibrador fue el quinto artículo para el hogar en ser electrificado, después de la máquina de coser, el ventilador, la cafetera y la tostadora y precedió en no menos de diez años a la aspiradora y a la plancha... ¿Se ajustaron los fabricantes a las prioridades de los consumidores?
En la mitad del siglo veinte, consoladores y vibradores comenzaron a aparecer publicitados en las revistas y catálogos femeninos como "instrumento para la tensión y la ansiedad femenina". La cadena de almacenes Sears Roebuck, describió en sus catálogos de venta por correo a estos juguetes como "una ayuda que toda mujer sabrá apreciar". Su uso se estimuló como una forma de mantener a las mujeres relajadas y contentas. El reinado del vibrador como instrumento de los consultorios médicos terminó en 1920, cuando empezaron a aparecer en películas pornográficas y perdieron su respetabilidad como electrodoméstico. De otra parte, la medicina había avanzado y se tenía un conocimiento más profundo sobre la sexualidad femenina. La propaganda sobre el uso de vibradores desapareció de las revistas y catálogos.

Entre los años 20 y los 60 hay muy pocas menciones sobre los vibradores. En 1949 se recomendaba el uso del vibrador en un manual de sexo titulado "El Goce Amoroso en el Matrimonio" y en textos similares aparecidos en 1959 y 1960. Los investigadores Masters y Johnson usaron los vibradores en su investigación sobre la sexualidad en los años 60. Por la misma época los vibradores en forma de pene se vendían en sex-shops y por catálogo de correo. La terapista sexual Betty Dodson, dice haber sido la primera feminista en recomendar a las mujeres el uso del vibrador para autoproducir orgasmos mediante la estimulación del clítoris. Dodson ha dictado con éxito talleres sobre la masturbación femenina con vibradores durante más de 25 años. Cándida Royalle, una conocida actriz porno lanzó al mercado el vibrador "Natural Contours" con una forma más anatómica. Pero éste no ha sido el único avance en este campo: los japoneses desarrollaron un vibrador rotativo que se volvió muy popular entre los juguetes sexuales; el "Fukuoku 9000", un pequeño vibrador que se ajusta en el dedo y que funciona con pilas, muy apreciado en las artes amatorias; el consolador "Eroscillator", que, en vez de vibrar hacia arriba y hacia abajo, oscila hacia los lados con un accesorio para ajustar al clítoris…
Pd:Y ahora, si alguno de entre el público aquí reunido ha hecho más trabajo de campo y/o investigación, que aporte algo de su experiencia. Gracias.
[Canción recomendada: Paula Cole “Feelin’ Love”]