Sino el que hace de su vida un arte”
No creo que, a estas alturas, vaya a descubrirle a nadie esta pedazo de mujer en todos sus aspectos. Una voz que puede llegar a ser dulce y doliente a la vez. Con una personalidad tan versátil que toca todo los palos que se le ponen por delante (house, funk, jazz, soul, flamenco) y sale por la puerta grande y en hombros todas las ocasiones.
Ahí están las dos versiones que hizo del tango “Nostalgias”, que en nada tiene que envidiar al “Volver” de Estrella Morente. En una el animal está domesticado, sentado al lado de la silla. En la otra, la fiera se ha soltado de la cadena y el dolor más desgarrado se cuela por todas tus grietas.
Española, de padres guineanos, criada en Mallorca, dentro de un ambiente gitano. Un crisol del siglo XXI que adquirió tablas actuando durante un tiempo en Las Vegas (ese parque temático para los jubilados usamericanos), haciendo versiones de Tina Turner (entre otros) a ritmo de tres representaciones diarias; y pariendo más tarde dos discazos como “Buika” (su debut, donde demuestra todo lo que es capaz de hacer, delante detrás del micrófono) y “Mi niña Lola” (o la reinvención de la copla, porque atreverse a cantar “Ojos verdes” y que se te olvide su tocaya La Piquer, está al alcance de pocas.) Por eso son los dos únicos discos que no he borrado nunca de mi ipod.

Pero ella no es solo artista porque cante o pinte paisajes con su voz. Sino porque ha llevado el arte a su vida. Porque la vive de la forma más sincera que puede consigo misma.
“Yo soy bisexual, trifásica y tridimensional.”
Hasta hace un tiempo, mantenía una relación a tres bandas con el padre de su hijo y la excantante de Mojo Project, África Gallego, transformándose más tarde en un dueto femenino que tan buenos resultados les ha dado a nivel musical. Ahora no apostaría por esta relación porque viendo algunos poemas de desamor que hay en su página web, creo que sus caminos se han separado.
El 6 de mayo sale a la venta su tercer trabajo, “Niña de fuego”. Y la portada ya promete.
[Canción recomendada: Concha Buika “Se me escapan las palabras”]