Atípico. Casi, casi, surrealista. El día de ayer no tuvo desperdicio. Llego al curro, y me encuentro que, además de la masa enfervorizada de consumidores que suele venir los sábados al Ikea, han puesto refuerzos en las secciones (contratados a través de una E.T.T., no confundir con E.T.S., aunque a veces jodan lo mismo) y la chica que hay en mi sección es compañera mía de carrera, y encima de mi círculo de gente. Imaginad mi careto.
Mi careto… Ayyyyy, mi careto. Ayer me dijeron dos o tres veces que estaba muy guapo, a pesar del ser que empezaba a tomar personalidad en mi moflete y tenía visos de dejar en mantillas a la explosión del Krakatoa. Y a pesar de que mi hijo adoptivo (tema para otro post) me dijo si me había picado un mosquito… el muy jodío… Los adolescentes no tienen sensibilidad con los mayores…
Y luego a salir de fiesta.
Este finde Crawlertls y su flamante marido, Jota, habían venido a ver a la familia y amigos, y yo más alegre que unas castañuelas que a uno lo pude ver en el Canomori (si es que estaba para ver a alguien aquel día) y al otro desde su boda pues como que no. ¿La ruta? Un elenco de bares que no me dieron posibilidad de desconectar completamente del curro: Restaurante Alambique (con farolillos Rotera, a 3,99 €), el Foro Artístico (mesas Lack, 9,99 €, sillas Jeff, 4,99 €), Ocio (montura de techo Januari, 6,99 €, pantalla Ekas de 23 cm, 6,99 €) ¿El poder despejarte del trabajo? No tiene precio. Para todo lo demás…
Acabamos en La Yesería, y lo que en principio parecía una noche hetero (los gays éramos minoría) acabó en un despiporre. Nos encontramos con Mirto Miller y El Pájaro, con globitos conmemorativos del estreno de un documental, un italiano con lengua de trapo que me pisó dos veces al que lo único que se le entendía fue “Paz”, dos poperos de 18 y 19 años que se pusieron a ligar con las chicas que iban con nosotros (¡¡¡DE 30 AÑOS P’ARRIBA!!!), una despedida de soltera que parecía un congreso de travestis y transexuales, criajos a los que no les había cambiado la voz ni se habían afeitado... Momento revival, con el paso de "Dirty Dancing" en medio del bar (por poco acaba la pobre chica empotrada en la columna) y una gran conversación sobre las películas de Marisol y la injusticia ante el olvido de estrellas como Margot Cottens, Isabel Garcés o Lali Soldevilla.
De verdad, si lo llegamos a planear, no sale una noche tan redonda ni tan divertida. Ains, lo necesitaba...
[Canción recomendada: Justice “D.A.N.C.E.”]