Segundas partes nunca fueron buenas. O eso dice el refranero popular. No me voy a poner a analizar todas las secuelas de la historia del cine, porque para eso, mejor os véis el guiño que hace
"Scream 2" al comienzo de la película.
No sé si es porque ya se pierde el elemento sorpresa, pero dejé de ver
"Gran Hermano", "Operación Triunfo", "Fama ¡a bailar!" o
"Factor X" tras la primera edición. Así que
"Pekín Express" no iba a ser una excepción.
Entre otras cosas porque
Paula Vázquez es mucha
Paula Vázquez. A pesar de su horrible rinoplastia, a pesar de su cintura de avispa, a pesar de su
pelopanocha; características todas ellas que la convierten en una
Barbie de carne y hueso... a pesar de todo ello, transmite algo más que
Raquel Sánchez Silva. No digo que no sea una buena profesional, pero la nueva presentadora de
"Pekín Express" tiene un cero en empatía, lo que tampoco se traduce en que sea un juez duro e imparcial. Da la sensación de que era la única libre en la plantilla de
Cuatro en ese momento y le endiñaron lo de pasearse por
Asia, después de que
Nuria Roca dijera no, que a dónde iba ella de camello en camello, haciendo autostop y con los churumbeles en casa...
Nena que los de producción que presentes la segunda parte de "Pekín Express", que la Paula está en el taller y la Nuria tiene bastante con preparar potitos... Poh, vale.Entonces, ¿por qué me he vuelto a enganchar? Pues porque este domingo pasaron a cenar
R. y su novio por casa y el novio es un fan acérrimo del programa. Ea, a ponerlo para que lo vea. Encender la tele y caer rendido a los pies fue todo en uno. Y no por la selección de los concursantes en general. Sino por unos pocos.
Han intentado hacer una clonación de la primera edición. Si antes teníamos a una pareja de cincuentones que hacían las delicias del público, pues ahora compramos a otros dos de saldo, que no tienen tanta gracia, pero lo mismo hasta nadie se da cuenta. Si teníamos a una pareja rural
(el efecto "Granjero busca esposa" es grande), pues ponemos a un salidorro que le tira los trastos a su ex
(ella dice que de ex, nanay
) y ya tenemos contentos al colectivo agrario. ¿El punto
indie? Una china que no es china
(a mí me recuerda a un personaje de la segunda parte de "Millenium") y a otra que es clavada a la
Coixet, para que los gafapastas hagan cuota.
¿El colectivo
gay? Para que no digan que sólo nos van las lánguidas, esta vez pasamos de dos
drag queens en sus ratos libres, y cogemos a dos maromazos que son pareja y
strippers de profesión.
Ahí empezó un poco el interés. Qué quieres que te diga, que no soy de piedra, y después de ver
las fotos de uno de ellos, pues como que empiezas a removerte por dentro sin necesidad de que
Coronado venga con bífidus activos. Lo mejor es cuando te das cuenta que uno de ellos pasas de calificarlo como
"cachas" a
"musculoca" y
"maricona mala". Mala de ésas que son víboras, de las que se muerden y se envenenan. Y se te ponen los pelos de punta por cómo trata a puñetazos
(literales y metafóricos) a su novio... rayando el maltrato psicológico o dando a entender que fuera del programa lo más seguro que hayan llegado a las manos. En fin, hay amores que matan.
Luegon están los policías.
Rafael y
Merino. A mí que me detengan,
que soy una mentirosa, malvada y peligrosa y no me pueden controlaaar... Me da igual que fueran íntimos del
sheriff de
Coslada. Están
güenorros.
Güenorrísimos, diría yo. Y llevan un rollete
gay entre machitos que es lo que nos derrite a todos los
mariclones. Te quedas pensando
"si yo a este lo emborracho, cae"; cuando lo más seguro es que no pasaras de
"pagafantas" y acabaras tú antes potando y con necesidad de
B-12 que uno de ellos.
Ains, pero con ese cuerpo, y ese
"sé que estoy bueno por eso salgo en bolas o enseño el culo"...
En el minuto 0:04 y 0:58, maricón...Pero lo que realmente me ha enganchado han sido las
Satanasas. Más la
Satanasa Hija que la
Satanasa Madre.
Alazne y
Meritxell,
Meritxell y
Alazne. Una madre que le consiente cualquier cosa a su hija y una hija que se quedó estancada en los 13 años
(mentales y físicos) y en
"Cosas de casa" y
"El príncipe de Bel-Air".
Es todo un subidón. Ahora sé lo que siente un aficionado al fútbol al ver cómo el árbitro pita un penalti injustificado. Porque a mí se me pone gorda la vena del cuello, empiezo a resoplar como un toro y me entran ganas de meterme dentro de la pantalla a darle unas cuantas ostias en la cara para comprobar a qué número empieza a desprenderse esa
cabezachorlito del cuello...
Pero no nos engañemos. Son lo más. El programa sin ellas no tendría miga. Porque donde esté un buen villano que se quiten todos los héroes que existan. Un malo de los de verdad, de los de siempre, no de los que se justifican para entender su comportamiento. No de los de
"claro, sufrió abusos en su infancia y ahora está trastornado, pobrecico". No. De los
hijosdeputaporquesí. Como
Ángela Channing. Como
Úrsula de
"La sirenita". Como
Cruella Devil,
La Banda del Bate o
Arturo Cañas Cañas. Un cliché.
Eso sí, como buen espectador, pedimos que su caída sea de las últimas y recibiendo todo lo malo que se merecen, que para eso el prota al final de la película se queda con la chica. Por aquello de dormir tranquilos creyendo que existe justicia divina en el mundo.
No sé vosotros, pero yo es verla haciendo cogiendo el sobrecito de la misión y ya estoy preparando palomitas, porque comienza el
show: berrinches, gritos, movimientos de negra de sitcom...
Gracias
Alazne, he recuperado la esperanza en el
showbusiness gracias a ti.
Perra.
[Canción recomendada: Almodóvar & McNamara "Satanasa"]