Seh


Lo que en Mazarrón pasó, que en Mazarrón se quede.
























































¿Alguien se lo ha creído?

En unas horas, el resumen.



[Canción recomendada: Lady Gaga "Bad Romance"]

Micropost (XLXII): It's over



Dentro de unas horas todo habrá acabado.


Y nada volverá a ser lo mismo.


Desde lo más profundo de mi corazón sólo deseo una cosa, con indiferencia de que me guste el final o no:

CLAIRE,
BONITA,
CÓMPRATE
UN
ACONDICIONADOR.


[Canción recomendada: Sintonía de "Lost"]

Ítaca existe a cambio de no recuperarla




El eterno regreso de Kavafis nunca se cristaliza en aquel que por circunstancias, en la mayoría políticas, no puede volver a la tierra que le vio nacer.


No sé si por lo terruño que soy, o por cómo anda el panorama español actual respecto a la memoria histórica, el lunes pasado pude ver junto a Mi Santo ésta obra-poemario por parte de Laula Teatro y me quedé en estado de shock.


(La última obra de teatro que se representa en la Sala Isidoro Máiquez del Colegio Mayor Azarbe, porque la universidad ha decidido que es más importante montar en ese espacio un gimnasio para cultivar el cuerpo que algo que dé que pensar a sus universitarios y al resto de murcianos, by the way...)


"Laula Teatro es un grupo de jóvenes que se han acercado al fenómeno histórico del exilio mediante la poesía. Han procurado “comprenderlo”, a pesar de su complejidad, y que se manifestara casi medio siglo antes de que estos actores y actrices nacieran. Creen que el camino no es el olvido, sino el conocimiento. De ahí que se conviertan por unos minutos en los que un día ya lejano se fueron –de aquí y de allí, de cualquier parte- para tratar de entender desde la posición privilegiada del intérprete que presta su piel a la historia de otro."


"El exiliado se sabe exiliado: solo, desnudo, transitorio. Muestra su ajenidad y su extranjería, medio orgulloso medio desesperado. No es fácil hacer una maleta cuando el viaje se intuye largo. No siempre se acierta con lo imprescindible."


Yo de vosotros no me la perdía este jueves en el Foro Artístico sobre las 22.00. Creedme, seguro que me lo agradecéis.



[Canción recomendada: Loreena Mckennitt "Caravanserai"]

Operación bikini


Cuando todavía era obligatorio el servicio militar (lleva un corte militáh, sí, es militáh), me hice objetor de conciencia porque no me gustaba nada los uniformes, me daba pánico cortarme el pelo al cero y sobre todo no me imaginaba ni corriendo, ni haciendo ningún tipo de ejercicio.

Hoy me ponen mazo el rollo uniforme (Cazzo Berlín, qué daño has hecho), he llevado (y llevaré) el pelo al dos casi diez años de mi vida... y desde hace cuatro meses, estoy apuntado al gimnasio donde sólo me falta sudar sangre.

Lo de apuntarme me lo llevaba diciendo Mi Santo desde tiempos inmemoriales. Que si me iba a venir bien para la espalda, que si así no iba a tener tantos problemas con mis contracturas y demás problemas lumbares, que si incluso me vendría bien para perder peso... Pero qué quieres que te diga, ni sacaba tiempo ni ganas. Porque después de estar currando ocho horas de pie, moviendo cosas y levantado peso, lo más de lo más sería pagar por hacer lo mismo por lo que cobro. Claro está que en el Ikea no he encontrado todavía ninguna tarea en la que pueda desarrollar mis abdominales (los de leche, que creo que están debajo de los de cerveza), porque lo de hacer pesas, con cogerme un paquete de vajillas y brazop'arriba y brazop'abajo ya hago algo de ejercicio.

A esto únele que me veo igual de perdido en un gimnasio que la pobre Ana María Matute en la Real Academía de la Lengua (hace años dijo que se sentía como el mariquita en la mili) por ser la única mujer de tamaña institución.

A ver, mi sentido del ridículo ya estaba más que explotado con la piscina, a la que he estado yendo más de diez años: que si bañador de esos de licra (de pata corta, eso sí, no vaya a ser que se me escape un cojón peludo haciendo braza) que si gorrico antimorbo y gafas de buceo... Un cromo. Pero como todos vamos así, el punto de sexappeal y de dignidad se pierde por igual. A lo que le puedes unir el hecho de que sin gafas no veo ni las boyas de las calles, así que me da igual ocho que ochenta.

Al final caí, me apunté al gimnasio. Con la excusa de probar un mes y como tenía piscina, pues podía nadar en vez de ir a la sala si es que no me veía allí.

Bien. Los primeros días me dediqué a hacer un circuito de máquinas para preescolares y correr en la cinta, en la elíptica o subirme a la bicicleta estática. FerPecto. Luego vinieron las clases. Y se me abrieron los cielos: cómo hacer cienmil tonterías a ritmo de Madonna, Britney Spears o la diva gay del momento, dependiendo del nivel de feromonas o estrógenos que tuviera el monitor de turno. Workout, intensity o la mejor: aerobox o cómo desahogar tus frustaciones laborales pegando patadas y puñetazos al aire, imaginando a quien quieras como objetivo de tu telele...

Y me he enganchado. A la de step sólo fui una vez y después de pegarle veinte docenas de patadas al aparatejo de la de detrás (y con aparatejo no me refiero a sus gónadas), decidí que sí, que tenía que hacerle caso a mi intuición y admitir que tengo la misma psicomotricidad que una patata cocida.

Lo bueno del asunto de todo ésto es que, con la democratización del culto al cuerpo te das cuenta de que sí, que hay cuerpazos por ahí sueltos a los que habría que hacer un monumento, pero que siempre, SIEMPRE, SIEMPRE hay alguien peor que tú y con menos coordinación.

Lo malo del asunto es que está todo el mundo preocupado con la fachada del edificio, pero a nadie le importan los tabiques o los muebles del interior... Porque digo yo que no he escuchado nunca una conversación donde alguien diga: "¿al final te has apuntado a ir a la biblioteca?"



"País"... Bueno, más bien "Humanidad"...


[Canción recomendada: Sue Sylvester & Olivia Newton-John "Physical"]

Reseteando recuerdos


En "Momo" una de los libros imprescindibles de Michael Ende (un cuento infantil que de infantil no tiene nada), la protagonista luchaba contra los Hombres De Gris para poder preservar las ilusiones, los recuerdos y las ganas de vivir de la gente de su ciudad.

Los recuerdos son a veces los que te sirven de punto de referencia, los que te ayudan a saber quién eres y de dónde vienes. Los que te pueden indicar hacia dónde vas, ya sea cuesta abajo y sin frenos o escalando poco a poco uno de los ochomiles que cada uno se encuentra por el camino.

Y por ahora es lo único que no nos podían robar.

Esta noche, Mi Santo ha querido entrar en su blog, en "Shepperdsen en Lisboa" y Blogger lo ha eliminado. Espero que sea un error, un fallo en Matrix temporal, porque, de mejor o peor manera, en ese dominio estaban alojados dos años de la vida de su creador en tierras lusas: sus primeros pasos en una tierra y en un idioma que le eran nuevos, cómo se fue haciendo un hueco en la nariz de la península, las vivencias que tuvo con la gente que le abrió su vida, lo que nos diferencia y nos une con los portugueses, lo que hace de Lisboa un lugar mágico, y uno de los posts finales que me hizo llorar con su banda sonora y las palabras, contando como recorría por última vez el camino que separaba el Bairro Alto de Alcántara, donde vivía.

Si Blogger decidiera accidentalmente borrar estos años de "El Aeroguatutú" no sé cómo reaccionaría. Este blog, como toda la blogosfera, salvando a algún afortunado, ha visto épocas mejores, y no creo que vea otras como las pasadas, pero está ahí. Aunque no siga escribiendo con asiduidad, o incluso aunque no escriba. Pero eso no quita que de vez en cuando me dé por entrar a ver qué paja mental se me ocurría tal o cual mes. Es más, un amigo (al que conocí gracias a la locura de los blogs) se entretuvo el finde pasado en ver en qué post comentó por primera vez...

Levántate, acércate al estante donde está uno de tus libros favoritos y ahora imagínate que no lo encuentras en su sitio. Que no está y no va a aparecer. Creamos castillos de naipes para que una ráfaga de viento los tire y haga que salga toda la baraja volando por la ventana. Sin avisar siquiera con una leve brisa para que nos dé tiempo a cerrar los postigos.

Él me mira, se encoge de hombros y sonríe. Envidio su pragmatismo. Pero no sé por qué lleva todo el rato escuchando canciones de David Fonseca.

Pd: Problema solucionado... Pero me ha quedado un post la mar de pinturero como para ahora borrarlo y que el respetable no suelte una lagrimica.


[ Canción recomendada: The Gift "Five Minutes Of Everything"]

Que te vaya bonito

Quería hacer un post chorra sobre la primavera y los maromos, pero como el programa que tengo para tratar las fotos me está dando fallos (todo sea dicho, que mi ordenador es una puta mierda, pero a caballo regalado), así que mejor cuelgo un vídeo musical, que es viernes y ya está el selebro desconectado.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, esto va por ti, aunque nunca vayas a leer este blog: el que con niños se acuesta, meado se levanta. Que te vaya bonito y deja en paz a la gente que quiero.







[Canción recomendada: Lilly Allen "Smile"]

Rubia y de Letras




Recibir un correo con un archivo pdf adjunto donde se pueden leer las dedicatorias de la tesis doctoral de un amigo, no tiene precio.

Emocionarse al leerlo, tampoco.

Escribir una frase ingeniosa del tipo "Si no hubiera empeñado mis sentimientos por unos Louboutin, lloraría" es único.

Darle a envíar, es sólo cuestión de un clic.

Que tu novio, al que le ha llegado también el correo, te avise que tamaña frase también la va a recibir un elenco de catedráticos de varias universidades que irán a buscar en Google qué coño son unos Louboutin, hilarán qué coño puede hacer un tío con unos zapatos de tacón, sumarán dos más dos... Eso sí que es de un valor incalculable. Para todo lo demás, Maricard...

Sí, soy rubia y de Letras. Y sí, el "reply to all" lo carga el diablo.





[Canción recomendada: Depeche Mode "Useless"]



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}