Se acabó. Hay que hacer las maletas. La espera del taxi que nos lleve a Luton, y de allí a San Javier. Vuelta a la realidad. Treinta y tantos grados a la sombra. Ver la lluvia sólo por la tele, y lo verde en el anuncio de Central Lechera Asturiana. Guardar paraguas y abrigo hasta que el invierno se digne a aparecer por aquí.
Siempre quedarán las fotos como reflejo de ese viaje y de los recuerdos vividos.
El logo del hotel desde nuestra ventana
Posando en la habitación
El recibidor del hotel
Intentando descifrar la biblia anglicana… con mi poco-escaso-casi-nulo conocimiento del inglés
Muchas gracias a San por su enorme paciencia en todos los aspectos, ante las extravagantes peticiones de tres catetos que querían verlo TODO en tan corto espacio de tiempo. Su beatificación está próxima… al menos él sabe que su trozo de cielo está asegurado. A Su Santa, por prestarnos a su marido los únicos cinco minutos al día que tiene libres. Por tener siempre esa sonrisa a punto, a pesar de lo cansado que es ser madre 24 horas al día. A E. y a F., por ejercer de sobrinos postizos durante una mañana y por hacernos perder el sentido del ridículo. Por despertarnos (por despertarme) el deseo de tener unos pequeños bajitos correteando entre nuestras piernas. A Granny, por el recibimiento que nos brindó, por acordarse de nosotros después de dos años… A Paula, la camarera española del hotel, y esas dos charlas que tuvimos (se agradece algo de román paladino entre tanto espitinglis…) Y a todas las Marialcarmenes que nos atendieron, a la ida y a la vuelta; por ser objetos de chistes tan privados y tan indescrifables que nadie, salvo nosotros, entendía. A Shepperdsen y a Meg, por esa estrecha convivencia en este paréntesis de la rutina.
Y a vosotros por aguantar a este pelmazo.
Recuperamos la normalidad. Nos leemos.
[Canción recomendada: A Girl Called Eddy “Heartache”]
4 Aeroguatutadas:
¡qué bien te lo pasas! ¡qué envidia!
Yo sería incapaz de hacer una crónica tan detallada, bien narrada e ilustrada.
Y sería incapaz de publicar mi foto en un blog, trabajando de cara al público y con compañeras como las que tengo ( y a las que no me canso de criticar en mi blog ) no me atrevo, ya se sabe que el mundo es un pañuelo lleno de mocos.
Como tu muy bien dices, nos leemos.
Que, envidia, Maria que nos vamos a Praga¡¡¡¡
me alegra ver q lo has pasado bien!! saludos!!
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