Retro.
Gusto por épocas y modas pasadas, nostalgia por un estilo de vida que ya no está vigente, pero que se recuerda con cierto cariño. La elegancia de Audrey Hepburn, la androginia de Twiggy, los campanas y las camisas con solapas de Tony Manero…
Me encanta lo retro. Los estampados pop, ciertos objetos de diseño de los años 60-70, la profusión de plástico y colores naranjas, las lámparas de lava, esos teléfonos imposibles que, de pequeño viéndolos en las películas de Gracita Morales me parecían el summum de la modernidad.
Retroactividad.
Posibilidad de que actos presentes tengan efecto en sucesos pasados. En Derecho se habla de la retroactividad de las normas jurídicas, que intenta cubrir lagunas en el ordenamiento, intentando corregir deficiencias de normativas anteriores. Supuestos que el legislador no pudo prever. De igual forma, se habla de la irretroactividad de las normas desfavorables.
En esa irretroactividad me sujeto para pensar que, si hay un cambio político (y no será por el savoir faire que están demostrando últimamente las cabezas de la oposición) se respeten los avances sociales que se han alcanzado. Por mucho que le pese al Foro de la Familia. Claro está que todo dependerá del vulgo y de cuántas horas hayamos escuchado a Jiménez Losantos y leído Libertad Digital.
Retrocontinuidad.
Término que se suele usar a la hora de analizar ciertos giros argumentales en los cómics, cuando relatan parte del pasado de un personaje que antes no había sido contado, revelando detalles sin que por ello la coherencia o la cronología se vean afectados. Se trata de enriquecer la trama, dando más profundidad al superhéroe de turno. Así, hay ejemplos de ejercicios de retrocontinuidad positivos (“X-Men: Génesis Mortal”, y el tercer hermano Summers –que a mí me parece positivo por las consecuencias en las series madres, "Patrulla-X" y "X-Men", que la miniserie en sí me pareció un bluff-) y negativos (los “higos” de Gwen Stacy que tuvo con Harry Osborn… ¿he oído la palabra “cuernos”?)
El problema es cuando se traspasa del papel a la vida real. Cuando nos contamos historias pasadas que no son verídicas, y que, de tanto repetirlas, analizarlas y desmenuzarlas, terminamos por creer que son reales. Como siempre, la vida supera la ficción. Y hay cada cuentacuentos por ahí suelto…
[Canción recomendada: Celtas Cortos "Cuéntame un cuento"]
8 Aeroguatutadas:
Yo también confío en que la irretroactividad de las normas desfavorables sea efectivamente aplicada.
¿Quién se está (re)inventado su vida?
Me encantan las lámparas de lava. tengo una pero apenas la pongo, una pena, a ver si me animo este finde... jejeje
Vivo inmerso en el retro. Me encanta.
*Meg: Esperemos que nadie se tome la justicia "por su mano".
Nadie, pero alguien lima partes de su vida y les da otra forma...
*Nils: Yo también tengo una, y la ponía bastante, hasta que se me rompió la bombilla. El Ericofon (el telefoncio de marras) es una de esas cosas que no sé si terminaré comprándome de verdad.
*Fanmakimaki: No hacía falta que lo aclararas, jeje, se te nota.
El estilo pop y retro mola en la decoración, es muy de tienda caprichosa, tan colorido y lleno de plástico y tal... pero creo que ya está demasiado trilladito y que suele ser súper recurrente, no?
Estos post crípticos donde se dan muchos datos pero no el más importante me dan una rabiaaaaa.
Jo.....¿ De kien habla?
me encanta el telefoncio... es tan analía-gadésco
*Marsónico: Es que yo suelo ser bastante trillado. Evidentemente no viviría en un decorado de "Cuéntame" pero es que siempre he sido un apasionado de esa estética. No veas la alegría que me ha dado que se vuelvan a poner de moda las rebequitas de punto, ésas que te las pones y pareces retarded.
*Murciana Marrana: Mis labios están sellados. Y me alegra saber que distingues los posts encriptados.
*Coxis: Jajajajaja, me encanta la comparación. Es que me la estoy viendo con el turbante y el cigarro, llamando por teléfono.
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