La escuela de la carne


Un cristal. Una mosca. Golpeándose sin parar en la superficie transparente. Si tuviera conciencia, sabría que va a seguir así: ella dentro de la casa y el resto del mundo detrás de un muro invisible. Si tuviera entendimiento, comprendería lo que otra mosca le estaría advirtiendo: que parara, que no iba a conseguir nada, sólo hacerse daño. Que mejor siguiera dentro, donde se está bien, hay comida y espacio suficiente para moverse. Pero ella seguirá hasta que se den dos opciones: que alguien le abra la ventana o, agotada y medio muerta, caiga al suelo.

Una mujer bella, madura y con independencia económica. Culta, con una educación completa, que sabe qué está bien y qué está mal, lo que es correcto y lo que no. Que no necesita a un hombre a su lado para ser “alguien”.

Un chico joven, carnal, bruto. Lo que se dice un macho, un cabronazo. Con una sensualidad ambigua y una mentalidad de hace dos siglos. Atrae por el riesgo y el sexo que transpira.

Ella cree que puede atravesar el cristal que los separa y lo podrá transformar en algo diferente, algo mejor. Darle forma como si fuera arcilla. Él ha dejado claro cuáles son las reglas del juego y dónde está la línea de meta. Y que al ganador se le recibirá con una gran explosión de fuegos artificiales… aunque todo el mundo sabe que quien juega con fuego acabará quemándose. Desprecios, humillaciones, autoengaños en nombre de un "Amor" que no es real, que sólo es "Atracción" y que no va evolucionar en otra cosa. ¿Quién es el culpable, ella por renunciar a ser quien es o él por ser sincero desde un principio? ¿Ella por querer cambiarlo o él por intentar doblegarla?


Lo jodía que es Isabelle Huppert, lo buena actriz que es la cabrona, cómo puede transmitir tanto con esa mirada gélida... y lo bien que quedan las relaciones tormentosas en el cine o en una novela. Aunque, en la vida real, ni en pintura.


[Canción recomendada: Llorca “The End”]

11 Aeroguatutadas:

Anónimo 30 enero, 2008 10:23  

Tienes razón en cuanto a la Isabelle, es acojonante. Saludos

Sr_Skyzos 30 enero, 2008 10:25  

Bienvenido por estos lares... Y eso que a esta mujer la descubrí en una película menor que a mí me encanta ("Amateur") y que no la he visto ni en "La pianista" ni en "Mi madre", que seguro que acabo temblando.

Anónimo 30 enero, 2008 11:52  

Pues ya tardas en ver "La pianista" niño... lo de esta mujer es increible, y en esa película más.

Peritoni 30 enero, 2008 12:09  

¿Y quién es el macho cabronazo?

Anónimo 30 enero, 2008 16:19  

Uff, yo esas historis ya no las kiero ni en pintura, y me cago en todos los autores, pintores directores o lo ke sea ke se encargan de mitificarlas...¡¡ Y una mierda!!

Sr_Skyzos 30 enero, 2008 21:30  

*Feer: Bienve, como la Pérez.

Apuntada está y a falta de que se conjuguen las fuentes.

*Peritoni: Pues el macho cabronazo es hermano de Olivier-huevo-sin-sal-Martínez, Vincent Martínez para los amigos. La verdad es que está revolquéibol, pero yo no lo he vuelto a ver en ninguna peli más.

*Murciana Marrana: Hay una maldición que dice algo así como que "ojalá vivas una época interesante"; pues bien, en ésto del amor, si hay algo "interesante" en mi vida, que sea a través de las películas y los libros. Que yo historias como estas, no gracias.

Unknown 30 enero, 2008 22:13  

las mujeres siempre intentado cambiarnos.

hm 30 enero, 2008 23:34  

Lo peor de estas relaciones es que a diferencia de la mosca de tu ejemplo, que no es consciente de que no puede escapar, los humanos sí lo somos y en muchos casos está en nuestra mano escapar, lo que nos falta es la voluntad de hacerlo.

Sr_Skyzos 31 enero, 2008 09:36  

*Fanmakimaki: La verdad es que es muy de ellas, pero creo que algún mariquita también lo hace. ¿Serán los estrógenos?

*HM: Si la cosa es que nosotros caemos en el abismo y a veces lo sabemos... Ahí está lo triste.

Anónimo 02 febrero, 2008 06:20  

Toc,toc...Se puede..con permiso...
no he visto la peli, pero tienes razón, si ls miradas matasen...
No todas las mujeres jugamos con barro!!!!si no hay personalidad...que hay??? valla aburrimiento...tu tienes un poco de eso..... ya me entiendes... una cosa con tu permiso ..puedo seguir.....viniendo???

Atentamente

Azul

Sr_Skyzos 02 febrero, 2008 08:44  

Bienvenida por estos lares. Aquí la puerta está siempre abierta, así que pásese cuando quiera.

No es que todas las mujeres quieran cambiar a los hombres, pero es algo que se dice bastante. Yo creo que al final "dos se convierten en uno", vamos que las costumbres de uno pasan al otro; pero sí que es verdad que a veces empezamos con sutilezas: que si la forma de vestir, que si el peinado, que si "no fumes"...



Aeroguatutú, que se llama "aero" porque vuela, "gua" por que va por el agua y "tutú" porque, cuando rueda por la carretera, hace "tú...tú..."


Boy Lornsen.


{elaeroguatutu@hotmail.com}