“Había una vez una leona que vivía en una profunda selva africana. Aquel mismo día, un cachorro de esta leona había perecido bajo las balas de un cazador.
La madre leona iba dando gritos por la selva, llorando su dolor y su desesperación. Todo el día se escucharon sus rugidos por todos los rincones del bosque. Ni siquiera al llegar la noche se calmó: ninguno de los habitantes de la selva logró conciliar el sueño. Al amanecer, el oso se levantó y fue a buscar a la infortunada madre.
Al verla, la detuvo y le habló así:
_Espera, leona. Sólo quiero preguntarte una cosa. Después regresaré a mi cueva y podrás seguir con tus llantos. Para alimentarte has matado a muchos cachorros. ¿Tenían madre esos cachorros?
La leona se quedó sorprendida ante la pregunta, y repuso:
_Pues supongo que sí.
_Pues bien. Todas esas madres han guardado su dolor en silencio, y no han roto nuestros oídos a causa de la muerte de sus hijos. ¿Por qué no haces tú lo mismo?
La leona replicó, volviendo a sus gemidos:
_Es que yo he perdido a mi hijo. ¡Voy a arrastrar una penosa vejez!
_¿Por qué te condenas a una vejez solitaria y penosa? –preguntó el oso extrañado.
La leona repuso:
_¡Es el Destino quien me fuerza a ello!
El oso no replicó a sus palabras y se fue a su cueva. Comprendió que era inútil seguir discutiendo con la leona.
***** ***** *****
Muchas gentes pronuncian a veces estas necias palabras. Dicen que el Destino es el causante de su mal, sin darse cuenta de que ellos mismos pueden solucionar a veces sus problemas.
Otros no se dan cuenta del mal que causan a otros seres con su proceder; sólo se quejan cuando el mal les llega a ellos mismos.”
“El oso y la leona”
Jean de La Fontaine
[Canción recomendada: Annie Lennox “Legend On My Living Room”]
La madre leona iba dando gritos por la selva, llorando su dolor y su desesperación. Todo el día se escucharon sus rugidos por todos los rincones del bosque. Ni siquiera al llegar la noche se calmó: ninguno de los habitantes de la selva logró conciliar el sueño. Al amanecer, el oso se levantó y fue a buscar a la infortunada madre.
Al verla, la detuvo y le habló así:
_Espera, leona. Sólo quiero preguntarte una cosa. Después regresaré a mi cueva y podrás seguir con tus llantos. Para alimentarte has matado a muchos cachorros. ¿Tenían madre esos cachorros?
La leona se quedó sorprendida ante la pregunta, y repuso:
_Pues supongo que sí.
_Pues bien. Todas esas madres han guardado su dolor en silencio, y no han roto nuestros oídos a causa de la muerte de sus hijos. ¿Por qué no haces tú lo mismo?
La leona replicó, volviendo a sus gemidos:
_Es que yo he perdido a mi hijo. ¡Voy a arrastrar una penosa vejez!
_¿Por qué te condenas a una vejez solitaria y penosa? –preguntó el oso extrañado.
La leona repuso:
_¡Es el Destino quien me fuerza a ello!
El oso no replicó a sus palabras y se fue a su cueva. Comprendió que era inútil seguir discutiendo con la leona.
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Muchas gentes pronuncian a veces estas necias palabras. Dicen que el Destino es el causante de su mal, sin darse cuenta de que ellos mismos pueden solucionar a veces sus problemas.
Otros no se dan cuenta del mal que causan a otros seres con su proceder; sólo se quejan cuando el mal les llega a ellos mismos.”
“El oso y la leona”
Jean de La Fontaine
[Canción recomendada: Annie Lennox “Legend On My Living Room”]
9 Aeroguatutadas:
Al destino no le echaría yo muchas culpas, pero a la propia naturaleza de cada uno sí. Semos lo ke semos y eso no hay oso ke lo cambie. Y en el caso de la leona, más todavía.
Cierto, ciertisimo.
Este mail para mí es una buena señal. O al menos así lo espero. Força, que no queda ná!!
Cuanta razón!
Generalmente soy oso (me refiero al personaje), pero es inevitable que todos seamos leona en algunas ocasiones.
Me ha encantao.
y tú? eres la leona o el oso? te ha quedado una entrada neobestiaria. saludos.
¿La leona era asiatica o africana? es que si era africana en africa no hay osos, pero claro es posible que hace unos cuantos siglos todavía sobrevivieran osos en las montañas del atlas... si fuera asiatica si podría se que coincidiera con un oso.
en fin que reflexiones mas absurdas me provoca esta fabula :)
Como siempre que se selecciona a Annie estoy de acuerdo ;)
Estoy de regreso
Besos
En silencio, apretando los labios, asiento con la cabeza. Cuánta verdad...gracias
*Murciana Marrana: ¿Destino o libre albedrío? ¿Exhimirse de culpas o asumirlas como propias? Gran dilema.
*San: Es como los refranes; esconde una gran verdad.
*Shepperdsen: Ya ha acabado. Por ahora.
*Sra. Amparo: Pa que veas los libros infantiles lo que tienen. Que este me lo leí en la Prehistoria y todavía me acordaba de la fábula. Eso sí, he hecho copypasteo, que la memoria no da para tanto.
*HM: Tú eres un osazo en muchas cosas...
*Fisiologus: Estas semanas he estado más leona que nunca.
*Fennec: Jajajaja... Un gustazo que te pases por aquí. Y lo de seleccionar a Annie Lennox era inevitable.
*Tordus Merula: A mí no, a La Fontaine, que de seguro también lo plagió.
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