Pereza (Latín, acidia)
La pereza es el más “metafísico” de los pecados capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Es también el que más problemas causa en su denominación. La simple “pereza”, más aún el “ocio”, no parecen constituir una falta. Hemos preferido, por esto, el concepto de “acidia” o “acedía”. Tomado en sentido propio es una “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas, a causa de los obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran. Bajo el nombre de cosas espirituales y divinas se entiende todo lo que Dios nos prescribe para la consecución de la eterna salud (la salvación), como la práctica de las virtudes cristianas, la observación de los preceptos divinos, de los deberes de cada uno, los ejercicios de piedad y de religión. Concebir pues tristeza por tales cosas, abrigar voluntariamente, en el corazón, desgano, aversión y disgusto por ellas, es pecado capital.
Tomada en sentido estricto es pecado mortal en cuanto se opone directamente a la caridad que nos debemos a nosotros mismos y al amor que debemos a Dios. De esta manera, si deliberadamente y con pleno consentimiento de la voluntad, nos entristecemos o sentimos desgano de las cosas a las que estamos obligados; por ejemplo, al perdón de las injurias, a la privación de los placeres carnales, entre otras; la acidia es pecado grave porque se opone directamente a la caridad de Dios y de nosotros mismos. Considerada en orden a los efectos que produce, si la acidia es tal que hace olvidar el bien necesario e indispensable a la salud eterna, descuidar notablemente las obligaciones y deberes o si llega a hacernos desear que no haya otra vida para vivir entregados impunemente a las pasiones, es sin duda pecado mortal
La pereza es el más “metafísico” de los pecados capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Es también el que más problemas causa en su denominación. La simple “pereza”, más aún el “ocio”, no parecen constituir una falta. Hemos preferido, por esto, el concepto de “acidia” o “acedía”. Tomado en sentido propio es una “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas, a causa de los obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran. Bajo el nombre de cosas espirituales y divinas se entiende todo lo que Dios nos prescribe para la consecución de la eterna salud (la salvación), como la práctica de las virtudes cristianas, la observación de los preceptos divinos, de los deberes de cada uno, los ejercicios de piedad y de religión. Concebir pues tristeza por tales cosas, abrigar voluntariamente, en el corazón, desgano, aversión y disgusto por ellas, es pecado capital.
Tomada en sentido estricto es pecado mortal en cuanto se opone directamente a la caridad que nos debemos a nosotros mismos y al amor que debemos a Dios. De esta manera, si deliberadamente y con pleno consentimiento de la voluntad, nos entristecemos o sentimos desgano de las cosas a las que estamos obligados; por ejemplo, al perdón de las injurias, a la privación de los placeres carnales, entre otras; la acidia es pecado grave porque se opone directamente a la caridad de Dios y de nosotros mismos. Considerada en orden a los efectos que produce, si la acidia es tal que hace olvidar el bien necesario e indispensable a la salud eterna, descuidar notablemente las obligaciones y deberes o si llega a hacernos desear que no haya otra vida para vivir entregados impunemente a las pasiones, es sin duda pecado mortal
Frente a ella, se encuentra la virtud cristiana teologal de la diligencia, que es, en sentido más alto, el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Una prontitud de hacer algo con gran agilidad tanto interior como exterior. Como toda virtud se trabaja, netamente poniéndola en práctica.
El diablo que representa a la pereza es Belphegor, demonio que ayuda a la gente a hacer descubrimientos, principalmente en el campo de la ciencia (¿¡!?) Su poder es más fuerte en abril y es difícil de convocar debido a que su ofrenda de sacrificio es excremento. El castigo perpetuo de los perezosos es ser arrojados a una fosa con serpientes.
[Canción recomendada: Mariah Carey "Loverboy"]
6 Aeroguatutadas:
Has puesto a Pamela Anderson como ejemplo de Pereza? curiosa asociación de ideas.
Pa un tema en el ke soy el mejor y más bueno practicándolo, no hay Olimpiadas ni premios.
Ke mierda.
Yo no termino de ver la relación entre la primera foto y la pereza. Supongo que la cara de "pereza" será la de él, que prefiere hincharse a cerveza delante del sofá a "yacer" junto a la jaca. Será.
Ains, las barriguillas.
*Fanmakimaki: Más bien es por la actitud de la foto, que de la modelo en sí. Esta vez estaba algo difícil. Con la ira ha sido más fácil.
*Murciana Marrana: Usted tranquilo, que por lo menos se reconoce la pereza en algo tan español como la siesta. Y yo la practico.
*Shepperdsen: La cara de ella no es que sea de mucha actividad, ¿no?
Pereza no viene del latin Acidia
Pereza viene de Pigritia, acidia es mas cercana a la tristeza que a la pereza, el desgano espiritual debiene de la inconformidad, no de la pereza. "tristeza del bien de dios" dice Tomas de Aquino, algo asi como tristeza de poseer alma, intelecto.
Toma ya comentario.
Gracias por la correción.
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